IBEROAMERICA: Deuda externa y desempleo amenazan gobernabilidad

"Vivió pagando, murió debiendo". Este epitafio hallado en un cementerio venezolano puede ser el de América Latina si se mantienen las condiciones de la deuda externa, advirtió Franco Montoro, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de Brasil.

La deuda externa, el desempleo generado por la globalización económica y el alejamiento entre política y ciudadanía son amenazas a la gobernabilidad democrática señaladas en la Conferencia de la Sociedad Civil Iberoamericana, que tuvo lugar esta semana en la capital brasileña.

La deuda es la principal amenaza, según Montoro, quien señaló que la situación se hace insostenible si un país como Venezuela tiene que destinar 60 por ciento de sus ingresos nacionales para el pago del servicio.

América Latina debía 228.000 millones de dólares en 1980. Desde entonces pagó unos 418.000 millones en intereses y amortizaciones, pero su deuda externa, en lugar de desaparecer, subió a 533.000 millones en 1994 y a más de 600.000 millones ahora, dijo el diputado, citando datos de organismos de la ONU.

El diputado, que ya fue senador y gobernador provincial de Sao Paulo, añadió que la deuda de los países en desarrollo se duplicó y pasó a 1,6 billones de dólares en los diez últimos años.

Pese a eso, una "conspiración del silencio" hace parecer que todo está resuelto, que ya la deuda externa no representa ningún problema, acusó Montoro, recordando que el Parlamento Latinoamericano trata de llevar la cuestión a la Corte Internacional de La Haya.

El objetivo es lograr un fallo que determine los criterios que deben orientar los contratos financieros internacionales, que "no pueden estar sujetos a las leyes del mercado, sino a la fuerza del Derecho".

"La dictadura financiera amenaza la sobrevivencia y la democracia" en los países deudores, sentenció.

El portugués Amandio Silva, secretario general de la Fundación Luso-brasileña para el Desarrollo del Mundo de Lengua Portuguesa, ve riesgos en el "cada día más generalizado desencanto de las poblaciones" en relación a la política.

Por todas partes, "pese a la democracia, el ciudadano común no tiene oportunidad de participar, de sentirse protagonista en los cambios que reclama", se preocupó Silva.

El siglo XXI sólo será mejor si "se reanuda un estilo de vida quizás menos avanzado tecnológicamente pero más cercano a las necesidades del ser humano", dijo.

De lo contrario habrá "el cataclismo de nuevas y crueles dictaduras, mortandades consentidas, destrucción ciega de las últimas riquezas planetarias, un fin de civilización debido a la tan incivilizada práctica de los mandantes", vaticinó.

Las tasas de desempleo en los países ricos dejan claro que la globalización se acompaña de "desequilibrios sociales, técnicos y religiosos", agravados por escasez de agua y alimentos, de tal forma que será imposible imponer las reglas de los economistas a multitudes de desconformes.

La gobernabilidad democrática, tema de la VI Cumbre Iberoamericana que tiene lugar este domingo y lunes en Santiago de Chile, enfrenta otros problemas, generales y locales, señalados por los cerca de 50 participantes del simposio en Brasilia.

Sin una "institucionalidad adecuada, un país no tiene condiciones de competir" en el mundo globalizado de hoy, destacó el ministro brasileño de Justicia, Nelson Jobim, ejemplificando con el caso brasileño las dificultades que puede enfrentar un país nacido de la colonización como los latinoamericanos.

Brasil tiene su sistema jurídico basado en la tradición de Europa, mientras la economía sigue modelos desarrollados en Estados Unidos. Es así que la lengua extranjera de juristas es el francés o el alemán, mientras los economistas hablan inglés.

Los conflictos son inevitables también entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial "más que compartir el poder lo disputan", dificultando instituciones estables y armónicas, señaló Jobim.

La situación se agravó durante el régimen militar de 1964 a 1985, cuando demorar y obstruir la aplicación de normas autoritarias constituyó una forma de resistir a la dictadura. También se diseminó la práctica de fallos basados más en la legitimidad o justicia que en la legalidad.

En consecuencia llegaron a niveles críticos la imprevisibilidad y la dilación de los fallos judiciales en Brasil, uno de los problemas que otros países en desarrollo deben sufrir en sus institucionalidades, concluyó el ministro.

Paraguay enfrenta aún viejos problemas, como la "partidización" de las fuerzas armadas, aún activas dentro del Partido Colorado en el poder, observó Domingo Laíno, presidente del opositor Partido Liberal Radical Auténtico.

Junto con la Conferencia de la Sociedad Civil, se realizó el II Encuentro Iberoamericano de la Juventud, donde los delegados destacaron la exclusión de los jóvenes tanto en el mundo laboral como en las decisiones que determinarán el futuro. (FIN/IPS/mo/jc/ip/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe