El presidente de Guyana, Cheddi Jagan, no consigue que un sector de este país le perdone un comentario que pronunció hace dos semanas y que muchos juzgaron racista.
El problema se originó en el hotel Travel Lodge de la ciudad canadiense de Toronto, cuando Jagan se dirigía a un grupo de conciudadanos, la mayoría de origen indio (descendientes de inmigrantes de India), ante quienes el Presidente habría dicho que los negros están en el extremo más bajo de la escala social.
Ese comentario, en boca de un hombre que -pese a ser él mismo de origen indio asiático- proclama su amor por todas las razas y gobierna un país multirracial, fue condenado de inmediato por la oposición política y la población negra.
En el momento en que pronunció esas palabras, Jagan (a los 78 años de edad considerado un "maduro líder comunista") repasaba diversos acontecimientos políticos que se remontaban a la década de los 40 e intentaba explicar las dos ocasiones en que fue expulsado del poder, en 1953 y 1964.
"El Partido Progresista Popular (PPP) no es un partido indio. Los británicos y estadounidenses no me sacaron del poder y pusieron a Burnham (el difunto presidente Forbes Burnham) por motivos de raza", comenzó el comentario de Jagan.
"En verdad, si hubieran actuado por motivos raciales, yo habría permanecido en el gobierno y Burnham habría sido separado para siempre del mismo, ya que, como sabemos, los negros están en el peldaño más bajo de la escala social", concluyó.
En las elecciones de 1953, las primeras celebradas por voto universal, el izquierdista PPP conducido por Jagan recibió 51 por ciento de los votos y conquistó 18 de los 24 escaños de la Cámara de la Asamblea.
Los dirigentes del PPP llegaron al poder con programa político radical que se apresuraron a ejecutar a fin de alcanzar la independencia lo antes posible.
Su firme posición de izquierdas les puso en directo conflicto con las autoridades coloniales británicas y provocaron temor en Estados Unidos.
En octubre de 1953, seis meses después de las elecciones, los británicos sacaron a Jagan y sus correligionarios del Consejo Ejecutivo, les acusaron de planear un régimen comunista, suspendieron la nueva Constitución y reemplazaron a la Cámara de la Asamblea por una legislatura nombrada a dedo.
Los expertos sostienen que a partir de aquel momento los ciudadanos de Guyana siempre han votado siguiendo criterios raciales.
Los de origen indio asiático representan alrededor de la mitad de la población, mientras que los de origen africano cubren 40 por ciento y el restante 10 por ciento se distribuye entre blancos, chinos e indios americanos.
A lo largo de varias décadas, la cuestión de la raza ha servido para dividir al país en sectores políticos y económicos.
Durante los 28 años de gobierno del Congreso Nacional Popular, de mayoría negra y dirigido por Burnham, los negros fueron los dueños políticos del país, dominando los cuadros administrativos y militares.
Los indios asiáticos, por su parte, desarrollaron una fuerte base económica y ahora controlan gran parte de la riqueza.
En el curso de una conferencia de prensa el pasado viernes, los periodistas ofrecieron a Jagan una oportunidad para pedir disculpas, pero el Presidente la rechazó de plano, diciendo que no hubo nada malo en sus palabras y que mantenía lo dicho, sólo que él se refería a Estados Unidos y no a Guyana.
Los analistas entienden, sin embargo, que este asunto puede traer aún perturbaciones políticas y afectar el proceso de la próxima elección presidencial. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/arl/ip/96