Cuando ya se han iniciado los preparativos para la firma de la paz en Guatemala el 29 de diciembre, el ejército de este país centroamericano informó que está investigando el surgimiento de un nuevo grupo guerrillero.
El denominado Ejército Popular Revolucionario Guatemalteco, estaría operando en el municipio de Coatepeque, en el occidental departamento de Quetzaltenango, cercano a la frontera con México.
Según versiones de prensa, comenzaron a circular en Coatepeque cartas dirigidas a comerciantes, en las que se les solicita cantidades entre 2.000 y 10.000 dólares, que "servirán para financiar una auténtica lucha revolucionaria".
El coronel Noe Palacios, subjefe del Departamento de Información y Divulgación del Ejército, dijo a IPS que investigan en el área si efectivamente existen indicios de este nuevo grupo clandestino.
Pero Mario Polanco, dirigente del Grupo de Apoyo Mutuo, que nuclea a familiares de desaparecidos, descartó la aparición de un nuevo grupo guerrillero.
"Creemos que se trata de un grupo de delincuentes, tal vez montado por el mismo ejército, ya que al acercarse la firma de la paz la institución armada ha entrado en una crisis de funciones y si surgiese un nuevo grupo guerrillero ellos deberían actuar nuevamente", dijo a IPS Polanco.
No obstante, advirtió que a mediano plazo podrían surgir nuevos grupos insurgentes si "si no se cumplen los acuerdos firmados durante el proceso de paz.
El Coordinador de la gubernamental Comisión de Paz, Gustavo Porras, aseguró que una vez resuelto políticamente el enfrentamiento armado interno, cualquier intento contrario a la paz será considerado delincuencia común.
Porras, quien este viernes comenzará una nueva ronda del diálogo de paz en México, señaló que "el acuerdo marco establece que el único interlocutor válido en las negociaciones de paz es la URNG (Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca)" y añadió que no existían pruebas sobre el surgimiento de un nuevo grupo.
El gobierno y la URNG se encuentran dialogando desde 1991 para poner fin a 36 años de enfrentamiento armado interno, con un saldo de más de 150.000 muertos.
El proceso de paz sufrió un duro traspié a fines de octubre, cuando uno de los cuatro grupos guerrilleros que integran la URNG se vio involucrado en el secuestro de la empresaria Olga de Novella, lo que causó la suspensión temporal de las negociaciones.
Novella, cuya familia tiene el monopolio del cemento en Guatemala, fue canjeada por el jefe guerrillero Rafael Valdizón.
Tanto el secuestro como el canje realizado por el gobierno fueron duramente criticados en Guatemala.
El el diálogo se reanudó tras 15 días de suspensión, se firmó el acuerdo del cese al fuego definitivo y se fijó el 29 de diciembre para la firma del acuerdo final de paz firme y duradera.
Luego de haber concluido los llamados temas sustantivos, que comprenden acuerdos sobre derechos humanos, socioeconómicos, e identidad y derechos de los pueblos indígenas, el gobierno y la URNG se encuentran discutiendo los temas operativos, como el cese al fuego y la reinserción de la guerrilla en la sociedad. (FIN/IPS/cz/ag/ip/96