FINANZAS: Revisión de programas de ajuste crea desacuerdo en FMI

La anunciada evaluación externa de los programas de ajuste estructural en los países en desarrollo enfrenta a la gerencia y el consejo de ejecutivo del FMI, que mantienen desacuerdo en cuanto a la eventual participación de organizaciones no gubernamentales (ONG) en la tarea.

El FMI (Fondo Monetario Internacional) confirmó esta semana que solicitará esa evaluación, la primera en su género. El proyecto comprende el análisis de todas o de la mayoría las naciones en desarrollo que implementan programas de ajuste patrocinados por la agencia y se completará a fines de 1997.

Miembros del consejo ejecutivo, que representa a los estados miembros del FMI, pretenden incorporar a expertos de ONG a la revisión de los programas, en la que también participarán un académico y un consultor en materia de finanzas.

Los especialistas convocados, ajenos al FMI, estudiarán principalmente el efecto del ajuste y de los créditos que otorga la agencia en el balance de pagos y el tipo de cambio y su impacto en las políticas sociales y el gasto gubernamental.

El FMI condiciona sus créditos preferenciales al Sur a programas de ajuste orientados a abatir a inflación y el gasto público, y a la liberalización del mercado de cambios, del comercio y del sector financiero.

La ayuda se otorga a través de los préstamos de facilidades ampliadas (ESAF), cuya fuente es un fondo creado en diciembre de 1987. Previamente, en marzo de 1986, el FMI comenzó a conceder los créditos de ajuste estructural (SAF), también de tasa de interés y plazos especiales, aunque de menor monto que los primeros.

Al 30 de abril de este año, el FMI supervisaba programas SAF en 38 países y ESAF en 51. Se supone que todos los casos serán considerados en mayor o menor profundidad por los consultores externos.

La gerencia del FMI se opone al ingreso al grupo de evaluación de ONG o de grupos cívicos críticos de los programas de ajuste estructural. Pero ciertos directores ejecutivos favorecen esa participación, por entender que se trata de la oportunidad de formalizar el diálogo con las ONG sobre el asunto.

Un representante de la Unión Europea en el consejo ejecutivo señaló que la proyectada revisión puede ser la ocasión de demostrar las bondades del ajuste estructural a las ONG críticas de esos programas.

Aparentemente, el director gerente Michel Camdessus propuso la evaluación externa como alternativa al propósito de estados miembros de someter regularmente al FMI a auditoría independiente, un objetivo que el mismo funcionario impidió.

El Congreso de Estados Unidos aprobó en 1992 el pedido de creación en el FMI "de un departamento interno de auditoría con participación de expertos en ambiente" y asuntos de desarrollo, para "revisar sistemáticamente las políticas recomendadas y exigidas por el Fondo".

El Congreso instruyó a la delegación de Estados Unidos ante el FMI a promover "vigorsamente" su resolución, que no tiene fuerza vinculante para la agencia multilateral.

Funcionarios del FMI destacaron que la evaluación fue anunciada en un momento importante, dado que el mes último, la agencia logró liberar al sistema de ESAF de la necesidad de buscar periódicamente su recapitalización.

La Junta de Gobernadores del FMI aprobó en las reuniones anuales de ese organismo y del Banco Mundial, realizadas en Washington entre el 1 y el 3 de octubre, el proyecto de consolidación del ESAF en el 2004.

Para esa fecha, la acumulación de pagos permitirá al sistema contar con recursos propios "a perpetuidad", de acuerdo con un documento oficial.

Las ONG de Estados Unidos advirtieron que su influencia será prácticamente anulada por la resolución de la Junta de Gobernadores. Esas organizaciones han logrado en ocasiones influir en el Congreso a la hora de la renovación del aporte estadounidense al sistema de ESAF, y la creaciónd de un fondo permanente anula su acción.

El ajuste promovido por el FMI en el mundo en desarrollo se implementa normalmente en tres programas sucesivos de un año, y en circunstancias excepcionales, en cuatro años.

El FMI presenta un documento marco o una agenda de política económica a tres años, en consulta con el Banco Mundial y las autoridades del país al que se dirige el programa.

A cambio de su poder de imponer políticas, el FMI ofrece préstamos a un interés anual de 0,5 por ciento, con plazo de amortización superior a 10 años y un periodo de gracia de cinco años y medio.

Los destinatarios son países altamente endeudados y con problemas de disponibilidas de recursos líquidos.

Una conferencia sobre el ajuste estructural, patrocinada por la Comisión Europea, concluyó en Windhoek, Namibia, que esos programas están desactualizados, tuvieron efectos muy dolorosos y no tomaron en cuenta las necesidades de la sociedad, informó el diario francés Le Monde. (FIN/IPS/tra-en/aa/jl/ff/if dv/96

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