Los representantes de marcas de automóviles de Emiratos Arabes Unidos (EAU) urgen a las autoridades a regular el próspero mercado de vehículos de segunda mano como resultado de la drástica disminución de sus ventas en este paraíso fiscal del Golfo.
Cuarenta por ciento de los automóviles que circulan por las calles de EAU fueron adquiridos por medio de anuncios de periódico o en mercados de autos usados, en las ciudades.
Un Mercedes Benz, la marca símbolo de status social en todo el mundo, cuesta sólo 8.000 dólares si se trata de un modelo de 1993, mientras uno de 1985 puede comprarse por un tercio de ese precio.
Lo que algunos desechan es adquirido no sólo por la enorme población de expatriados asiáticos y árabes, sino también por cientos de turistas extranjeros, muchos de ellos de las repúblicas de Asia central, que luego reexportan los autos hacia sus países natales.
"Me gustan los autos usados porque son baratos y uno puede tener la oportunidad de tener tres o cuatro de diferentes marcas en un mismo año", manifestó Abdul Nasser Mohammed, quien trabaja para una empresa privada en Abu Dhabi.
El mercado se ha vuelto tan lucrativo que grandes firmas de EAU como Al-Futtaim (representantes de Toyota) restauran automóviles usados y los venden a "precios razonables", aunque en la mayoría de los casos son más caros que en los mercados.
El bajo costo de la gasolina permite a casi todos los habitantes de EAU mantener un vehículo propio. El gobierno invierte enormes recursos en la red nacional de caminos y en el mantenimiento de las carreteras de cuatro sendas que interconectan a los siete emiratos del país.
El negocio de los automóviles usados comenzó en 1980 con la inauguración de cuatro salones de exposición. El emirato de Sharjah surgió como un importante centro de reexportación, y ganó unos 2.000 millones de dólares en los últimos tres años.
Existen salones de exposición de vehículos usados en ciudades de Abu Dhabi, Dubai y otros emiratos, pero también hay pequeños comerciantes que obtienen enormes ganancias mientras los precios de los automóviles nuevos se salen del alcance de los profesionales de nivel medio.
Los representantes autorizados de marcas temen un colapso si el mercado no es regulado, y culpan a la invasión de comerciantes "mal preparados" por la situación.
"Actualmente estamos pasando por una etapa caótica y el mercado necesita desesperadamente medidas de regulación", expresó Samir Babikar, de Autos Noah.
Algunos compradores se llevan ingratas sorpresas. El periodista Nadim Kawash descubrió que el Honda Civic que adquirió por 1.000 dólares padecía varios "problemas técnicos", e incluso le habían puesto una banana en el motor para amortiguar un alarmante traqueteo.
"Este es uno de los trucos utilizados por vendedores deshonestos, pero uno no lo cree hasta que le pasa", manifestó Kawash.
La mayoría de la gente adquiere aun los autos de segunda mano mediante préstamos bancarios, mientras sólo 20 por ciento los paga al contado.
Mientras, los comerciantes de repuestos del mercado de Sharjah también viven momentos de prosperidad. Los vendedores ofrecen a sus clientes una rebaja de 40 o 50 por ciento sobre el precio originalmente establecido, y aun así hacen buen dinero.
"Las ganancias de mi negocio aumentaron 50 por ciento respecto del año pasado, y este salto sólo fue posible por el incremento de las reexportaciones", señaló Tariq Mahmoud, de la empresa de repuestos Al-Qaseem, de Sharjah. (FIN/IPS/tra-en/am/an/ml/if/96