Las elecciones en Estados Unidos no han producido grandes cambios en Washington, donde tampoco parece probable que se modifique la política hacia América Latina, en opinión de expertos consultados por IPS.
Esos analistas juzgaron que con Bill Clinton en la Casa Blanca y un Congreso que continuará dominado por la oposición republicana, Washington proseguirá una línea de escaso interés por América Latina, atendiendo de forma pragmática los asuntos regionales en lugar de seguir una política bien definida.
No obstante, las mismas fuentes advirtieron que el continente podría presentar en el próximo cuatrienio una serie de crisis ante los responsables de la política exterior de Estados Unidos, más numerosas y graves que las que éstos debieron enfrentar en el primer mandato de Clinton.
"No habrá una política activa", afirmó Cynthia Arnson, investigadora asociada para América Latina del Centro Internacional Woodrow Wilson para Académicos. "Todo seguirá de la misma forma que durante el primer mandato: respuestas particulares ante las crisis que vayan surgiendo".
Michael Foley, profesor asociado de la Universidad Católica de América, coincidió con ese punto de vista. "Soy pesimista, no aprecio ninguna visión de largo alcance sobre América Latina".
La iniciativa más espectacular -según Foley- de la primera administración de Clinton en relación con América Latina fue el salvataje financiero de México después del hundimiento del peso mexicano en diciembre de 1994.
Arnson señaló, además, que también pesaron consideraciones políticas de orden interno en la decisión que llevó a Clinton a firmar la ley Helms-Burton, agravando el bloqueo económico a Cuba.
La experta añadió que a pesar de haber conseguido la reelección, Clinton continuará dominado por intereses de política interior en su política hacia Cuba, y a lo más que se animará es a postergar la aplicación de los aspectos de la ley que resultan más perjudiciales para los aliados de Estados Unidos.
Estos analistas coincidieron en señalar que, con una visión más amplia y de largo plazo, los orientadores de la política exterior de Estados Unidos reconocerían las crisis que están comprimidas y por estallar en toda la región latinoamericana.
La mayoría de ellas, en su opinión, se deben al fracaso del modelo económico neoliberal promovido por Estados Unidos y las instituciones financieras internacionales donde Washington tiene una posición dominante. (sigue