Un nuevo nombre para la moneda de Ecuador es la última propuesta del presidente Abdalá Bucaram que acaparó la atención nacional, mientras se prepara un programa de estabilización económica que toma como modelo el plan de libre convertibilidad del peso vigente en Argentina.
El "toque", grito de campaña de Bucaram, o el "roldós" en homenaje al ex presidente Jaime Roldós (1979-81), quien falleció en un accidente aéreo, son algunos de los nombres considerados por el mandatario para la nueva moneda ecuatoriana, que tendría un valor similar al dólar estadounidense.
"Mi padre siempre rehusó el culto a la persona. No me parece que se pretenda utilizar su imagen para promocionar un programa económico que debe sustentarse por sí mismo", comentó Santiago Roldós, hijo del ex presidente.
"Es una payasada", afirmó el diputado Alfredo Serrano, del opositor Partido Social Cristiano (PSC).
"Existe una leche con el nombre del presidente, una línea de teléfono y una marca de agua purificada, pero ninguno de estos productos ha permitido que sean accesibles a toda la población, lo mismo pasará con su moneda", añadió.
Serrano considera que con esta iniciativa se intenta fijar la atención en el nombre de la moneda y "así se elude el tema de fondo que es la posible revaluación y la convertibilidad".
La revaluación del sucre sería la base del plan económico que será dado a conocer dentro de diez días, según anunció Bucaram, y permitiría la adopción de la libre convertibilidad con un tipo de cambio fijo.
Este plan habría sido propuesto a Bucaram por el ex ministro de Economía argentino Domingo Cavallo, quien en 1991 lo aplicó en su país y redujo casi a cero la inflación.
Sin embargo, la oposición argentina atribuye a este programa económico el fuerte aumento del desempleo y la recesión que vive ese país sudamericano desde 1995.
Guillermo Landázuri, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Católica de Quito, dijo que los países que han aplicado el esquema de la paridad cambiaria con éxito "presentan una gran fortaleza productiva, bajos niveles de inflación, una reserva monetaria internacional alta y un superavit comercial".
En Ecuador "tenemos una inflación muy elevada del 25 por ciento, nuestra fuerza productiva es endeble y nuestra balanza comercial ha sido deficitaria históricamente", por lo que "la paridad cambiaria produciría recesión y elevados índices de desempleo, tal como sucedió en Argentina", advirtió Landázuri.
Eduardo Valencia, ex gerente general del Banco Central, destacó los efectos positivos de la iniciativa, al indicar que si la revaluación se hace en referencia al dólar, automáticamente se tendría los niveles inflacionarios de Estados Unidos, de 2,6 por ciento anual.
Sin embargo, el experto advirtió que "se crea un déficit producto de las actividades económicas exteriores que se debe subsanar con ahorro interno y externo".
En Ecuador, el ahorro interno es insuficiente por lo que debería orientarse a la en inversión externa "que no deja de ser riesgosa, de acuerdo a la experiencias vividas en México y Argentina".
Por este motivo, Valencia considera que la opción más viable es "continuar con un programa de estabilización y crecimiento económico fundamentado en la disciplina fiscal".
"Todavía no sé que nombre llevará la nueva moneda", dijo Bucaram, quien no descartó la posibilidad de hacer una consulta nacional sobre el tema. (FIN/IPS/mg/ag/if/96