Aves, tortugas, lagartos, peces y una gran variedad de plantas y flores nativas son devastadas por un derrame petrolero que se registró en la selva amazónica de Ecuador, denunciaron hoy dirigentes indígenas de esa región.
"Se trata de un derrame petrolero de grandes proporciones que lleva más de 30 días sin ser solucionado, pese a que informamos a tiempo de esta situación a las autoridades correspondientes", señaló Arando Boya, presidente de la Nacionalidad Huaorani de la Amazonía Ecuatoriana (Onhae).
El derrame se registró en el pozo denominado Entre Ríos, uno de los seis que se encuentran sellados (sin funcionamiento), desde hace 20 años, en la provincia de Pastaza, 400 kilómetros al sudeste de Quito.
Según un comunicado de la estatal Petroproducción, el pozo fue perforado por la petrolera argentina YPF "y tras 20 años de permanecer cerrado emanó una pequeña cantidad de crudo extrapesado a través de una fractura en su tapón de cemento".
Petroproducción inició labores básicas para la limpieza de la zona "y se espera una inmediata acción de la petrolera argentina a fin de que se realicen los trabajos definitivos", de acuerdo al comunicado.
Las comunidades más afectadas, según la Onhae, son las de Quiwaro y Huamuno, que albergan a unos de 1.500 indígenas huaoranis y quichuas, aunque Boya indicó que "los daños hacia la fauna y la flora son los más serios".
Una comisión de huaoranis y quichuas que inspeccionó el derrame observó una capa de petróleo de unos 15 centímetros de espesor, que con las fuertes lluvias se iba expandiendo por toda la zona.
Los pueblos afectados se han organizado para exigir el pago de una indemnización por los daños ambientales y sociales del derrame, anunció Boya. (FIN/IPS/mg/ag/en-pr/96