ECONOMIA: Alemania descarta nueva guerra de pollos Brasil-UE

El Ministerio de Agricultura alemán considera que no estallará una segunda guerra mundial de pollos por las dificultades que tiene actualmente Brasil para colocar este producto en la Unión Europea (UE).

Además, el país sudamericano aprovecha los contingentes exentos de derechos aduaneros que ha fijado la UE para las aves importadas, declaró este miércoles a IPS Hellmut Alpeter, jefe de la sección Relaciones Económicas con Ultramar del Ministerio de Agricultura.

Según los últimos análisis realizados, los pollos y pavos brasileños que superan esas cuotas -15.000 y 2.500 toneladas por año, respectivamente, desde 1992-, así como partes de ellos, se gravan en la UE con un arancel aduanero promedio de 28 y no de 140 por ciento.

Alpeter señaló que funcionarios brasileños se quejaron de los altos aranceles de la UE para estos productos en las recientees Jornadas Económicas Germano-Brasileñas, que se celebraron a mediados de octubre en Dresde, Alemania.

La crisis de las vacas locas desatada en Gran Bretaña ha provocado también en Alemania una sensible reducción del consumo de carne vacuna y un aumento de la carne blanca.

Por otra parte, el pollo dejó de ser hace tiempo un artículo de lujo en el régimen alimenticio de los alemanes y es, más bien, un alimento de consumo masivo y popular.

El semanario alemán Die Zeit publicó la semana pasado un artículo titulado "El tira y afloja por las aves", en el cual anuncia una guerra entre Brasil y la UE por los pollos.

La primera se produjo entre Estados Unidos y Alemania cuando Ludwig Erhard, el "padre del milagro económico alemán", era jefe del gobierno (1963-1967).

En Dresde, los representantes brasileños se quejaron también de que la UE gravaba los concentrados brasileños de naranja con aranceles de 70 por ciento, destacó Altpeter. Pero también en este caso los exámenes realizados por el Ministerio de Agricultura alemán arrojan una media de 28 por ciento.

Ante estas circunstancias, difícilmente podrá Alemania satisfacer los deseos de algunos países latinoamericanos, como sugiere Die Zeit, de tomar en este caso concreto la bandera del libre comercio e interceder ante la UE en Bruselas.

El funcionario alemán dijo que se debe tener en cuenta, además, que Brasil es el principal proveedor de concentrados de naranja a la industria alemana elaboradora de jugos, además de importante suministrador de concentrados de frutas tropicales, como maracuyá.

Muy significativa es para Alemania asimismo la exportación brasileña de productos cárnicos, que son posteriomente incorporados en productos terminados en el país europeo. Este caso concreto Brasil supera a Argentina.

Cuando el 1 de enero de 1997 comience a regir el nuevo sistema arancelario en la UE, los países del Sur en desarrollo más avanzados, como Brasil, perderán las actuales ventajas arancelarias y sus productos serán sometidos a un sistema gradual de aranceles aduaneros.

En la actualidad Alemania, con una población de 81 millones de habitantes, consume al año unas 121.000 toneladas de pollo fresco y 235.000 toneladas de pollo congelado.

A esto hay que agregar el consumo de pavos, de 168.000 toneladas frescos y unos cuantos miles congeladas, según la Oficina Federal de Estadísticas, en Wiesbaden.

Comparadas con estas cifras, las correspondientes al consumo alemán de patos y gansos son insignificantes, informó la oficina de Wiesbaden. (FIN/IPS/rc/ag/if/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe