La mayoría de los europeos es partidaria de la ayuda al desarrollo del Tercer Mundo, pese a lo cual los gobiernos la han disminuido considerablemente en los últimos años, señalaron hoy expertos internacionales.
Los gobiernos han reducido la ayuda sin tener en cuenta la opinión de sus ciudadanos, según una encuesta realizada en los 15 países miembros de la Unión Europea (UE) que reveló que 77 por ciento es favorable a la ayuda al desarrollo.
Los países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) han reducido su ayuda al Tercer Mundo, que bajó de 0,5 por ciento del producto interno bruto (PIB) a 0,25 en los últimos cuatro años.
Esta contradicción quedó en evidencia en una conferencia sobre la solidaridad, organizada por la Sociedad Internacional para el Desarrollo (SID), que cuenta con 6.000 miembros en 132 países del Norte y del Sur.
La conferencia forma parte de los actos que está realizando la SID con motivo del 40 aniversario de su creación en 1997.
Roberto Savio, secretario general de SID, llamó la atención sobre las diferencias abismales entre el Norte y el Sur.
"Si los hombres quisieran dividirse el mismo nivel de riqueza y de consumo de Europa, deberían existir tres planetas para que pudieran existir los recursos necesarios", afirmó.
Savio denunció la disminución en la ayuda destinada a las comunicaciones, que ha sido mayor incluso que la registrada en la política al desarrollo, y advirtió que es el primer campo afectado cuando se disminuyen sus fondos.
Paolo Bruni, director general de la Cooperación al Desarrollo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia, señaló que la cooperación y la solidaridad internacionales constituyen un aspecto fundamental de la política exterior del país europeo.
"Italia es el país símbolo de las naciones industrializadas, por su ubicación geográfica y su proyección geopolítica, y no puede encerrarse en sí misma y no ver los problemas relacionados con la solidaridad internacional, como la ayuda al desarrollo", afirmó el funcionario.
Bruni manifestó que el gobierno está procurando reactivar la cooperación, la cual debe "ir mas allá de la simple solidaridad", y subrayó el clima positivo en el cual se ha iniciado entre las fuerzas políticas el debate sobre la reforma de la cooperación.
La Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Catherine Bertini, expresó que los países desarrollados han privilegiado la ayuda de emergencia en desmedro de los fondos destinados a la política de cooperación.
Una parte de los recursos que se destinaban a las regiones más pobres de Asia, Africa y América Latina para ayudarlas a que se transformaran en autosuficientes, se dedican ahora a las emergencias humanitarias, cuando la cooperación debería haber impedido que se crearan las situaciones de emergencia, afirmó.
Manifestó que son y serán siempre más los pobres que emigren hacia los países ricos, una de las razones por la cual los gobiernos de las naciones desarrolladas deberían preguntarse si vale la pena disminuir los recursos destinados a la cooperación.
La "desesperación pura y simple impulsa a los pobres a vender todo aquello que poseen, siempre que posean alguna cosa, para llegar ilegalmente a Europa occidental y a Estados Unidos", dijo Bertini.
La "infelicidad que proviene de tener hambre, ser desocupado y clandestino en un país rico, no es nada en comparación a morir de hambre en un país pobre", añadió.
En los últimos tres decenios, el abismo entre ricos y pobres del mundo se ha duplicado y continúa aumentando, sentenció.
Señaló que el costo de la lucha contra la emigración clandestina para los países de la OCDE es muy superior a los fondos destinados a la ayuda alimentaria y seguramente a la que destina a la cooperación al desarrolló.
Los países más ricos deben contribuir en mayor medida para que la gente de las naciones pobres pueda permanecer en su propia casa, creando las condiciones económicas que no las obliguen a emigrar, manifestó Bertini.
El director general para el Desarrollo de la Comisión Europea, Dominique David, sostuvo por su parte que la ayuda de emergencia es una consecuencia del fracaso de la política al desarrollo.
Todos deberían entender, agregó, que la ayuda al desarrollo es una inversión colectiva a toda la sociedad.
El subdirector general del Ministerio de Economía, Cooperación y Desarrollo de Alemania, Klemens van de Sand, recordó que un reciente documento de este despacho sobre la cooperacion subrayó que la responsabilidad política de Alemania va más allá de sus fronteras nacionales. (FIN/IPS/jp/ag/dv/96
