Ante la mirada de más de 800 millones de hambrientos del Sur en desarrollo, se inaugura este miércoles en la capital de Italia la Cumbre Mundial de la Alimentación.
En Roma coincidirán los representantes de los más de 800 millones de personas que corren el riesgo de morir por falta de comida en los países del Sur y de los 500 millones que corren el mismo riesgo por el exceso de comida, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Sur en desarrollo tendrá sus ojos puestos en esta Cumbre que requirió dos años y medio de preparación y donde los representantes de unos 200 países, de los cuales unos cien jefes de Estado y de gobierno, asumirán el compromiso de asegurar la alimentación a todo el mundo.
Este objetivo se proponen alcanzarlo gradualmente, con mayor realismo que la anterior Cumbre de la Alimentación de 1974, cuando los ministros juraron que los hambrientos desaparecerían de la faz de la tierra.
Ahora se comprometerán a reducir a la mitad los 840 millones de personas que padecen hambre, en el año 2015.
Como dijo un diplomático latinoamericano que lamentó la escasa participación de gobernantes de la región, la Cumbre que se celebrará en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), será sobre todo una reunión africana.
Los gobernantes de Africa asistirán en masa a la reunión organizada por FAO, cuyo director general es el senegalés Jacques Diouf. Se estima que unos 40 líderes africanos asistirán a esta reunión, aunque se anunció que no asistirá, como había especulado la prensa italiana, el líder libio Muamar El Ghadaffi.
La Cumbre será inaugurada por el Papa Juan Pablo II, cuya presencia estuvo hasta último momento en duda y se barajó la posibilidad de que su discurso fuera leído por el secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano.
Sin embargo, el Papa, de 76 años y con seis operaciones quirúrgicas, se dirigirá hasta la sede de FAO, ubicada a unos 15 minutos de automóvil del Vaticano.
Luego del Papa intervendrán el Presidente de la República de Italia, Oscar Luigi Scalfaro, el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Boutros Boutros-Ghali, y el director general de FAO.
La masiva presencia africana contrasta con la de América Latina, que se ha reducido sólo a la de los presidentes de Haití, René Preval, y de Cuba, Fidel Castro, quien según fuentes de FAO, aspiraría ser designado vicepresidente de la Cumbre.
El Vaticano y la embajada de Cuba en Roma han tenido cuidado de no anunciar aún el encuentro histórico entre el Papa y Castro.
Según el portavoz del Papa, el periodista español Joaquin Navarro Valls, Castro no ha solicitado aún la audiencia con el Papa, pero no se descarta que todo esto forme parte de las medidas de seguridad adoptadas.
Con un lenguaje diplomático y midiendo muy bien cada palabra, Diouf lamentó este lunes en la conferencia de presentación de la Cumbre, la poca participación de los líderes latinoamericanos.
Por razones de seguridad, FAO aún no ha dado a conocer la lista oficial de los participantes en la Cumbre.
Más de 12.000 hombres armados, con franco tiradores ubicados en edificios clave, y helicópteros que sobrevolarán Roma forman parte de las medidas de seguridad que comenzaron ya a aplicarse en la ciudad.
Objetivos de estricta vigilancia serán los dos aeropuertos de Roma, el internacional de Fiumicino y el militar de Ciampino, los 86 hoteles donde se alojaran los participantes en la Cumbre y las embajadas y las estaciones de ferrocarriles y del tren subterráneo. (FIN/IPS/jp/ag/dv/96
