El presidente de Cuba Fidel Castro visitó hoy la tumba del derrocado mandatario chileno Salvador Allende para rendirle un homenaje, antes del inicio de la VI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
El líder cubano depositó en el mausoleo donde descansan los restos del político socialista una ofrenda floral con la leyenda "A Salvador Allende, que tanta gloria y honor merece. Fidel Castro Ruz".
En la sobria ceremonia participaron las dos hijas de Allende, Isabel y Carmen Paz, así como los dirigentes máximos de los partidos Socialista, el diputado Camilo Escalona, y Comunista, la ex parlamentaria Gladys Marín.
Castro rememoró así la amistad que mantuvo con Allende, el mandatario que se suicidó en el bombardeado palacio presidencial de La Moneda durante el cruento golpe de estado del 11 de septiembre de 1973.
Cuba apoyó sin reservas entre 1970 y 1973 el experimento allendista de la "vía chilena al socialismo" en un régimen de democracia pluralista, convirtiéndose luego en uno de los mayores adversarios internacionales de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90).
La visita del presidente cubano al mausoleo de Allende en el Cementerio General de Santiago se produjo en las primeras horas de este domingo, sin que se informara previamente a la prensa por razones de seguridad.
No obstante, los numerosos periodistas que montan guardia parmanente frente al Hotel Hyatt, donde se hospedan los gobernantes asistentes a la cumbre, siguieron a Castro, pero sólo unos pocos lograron pasar el cerco policial en el cementerio.
Castro es una de las figuras de mayor protagonismo en esta reunión de gobernantes de 19 países latinoamericanos, España y Portugal, por el rechazo que despierta su presencia en Chile entre grupos de extrema derecha partidarios de Pinochet.
Las movilizaciones contra el líder cubano anunciadas por esos grupos y por anticastristas venidos desde Miami no han alcanzado sin embargo mayor intensidad, como tampoco las manifestaciones en su favor de militantes izquierdistas.
Pinochet, comandante del Ejército, y los mandos máximos de la Armada, almirante Jorge Martínez, y la Fuerza Aérea, se ausentaron en estos días de Santiago para no participar en los actos protocolares a que asistirá Castro.
"Mire, si el gobierno quiere invitar a Lucifer, y Lucifer llega acá,yo no tengo nada que meterme", dijo este sábado Pinochet a una estación local de televisión en el puerto de Iquique, 1.857 kilómetros al norte de Santiago, donde asiste a ejercicios militares.
"No, yo no hago ninguna comparación", agregó el ex dictador cuando se le preguntó si identificaba a Castro con Lucifer. (FIN/IPS/ggr/ip/96