Todos los mandatarios coincidieron en que el desarrollo de la democracia y la búsqueda de la equidad social deben ser simultáneos, al hablar hoy en la inauguración de la VI Cumbre Iberoamericana en esta capital.
No obstante ese consenso, existen matices que diferencian las concepciones que sobre ambos temas sostienen los mandatarios. En la VI Cumbre están representadas naciones que en su mayoría tienen sistemas presidencialistas, una república parlamentaria, Portugal, y una monarquía, también parlamentaria, España.
El país que más se diferencia es Cuba, el único con sistema monopartidario, pero que sostiene que avanza hacia un sistema asambleario popular, según un documento que provocó un incidente con España. También es el más crítico del neoliberalismo y el que sostiene que la justicia social debe ser el objetivo de la actividad del Estado.
El discurso inaugural más esperado fue el del cubano Fidel Castro, y también el más breve. Castro enumeró los problemas que afectan a América Latina, en la que "el abismo entre los ricos y los pobres crece cada vez más" y colocan a la región "en el triste papel de campeona de estas diferencias entre todas las regiones del mundo".
Tras la enumeración, preguntó "¿si no se toma conciencia de esas realidades, si se cierran los ojos,… qué posibilidad real habrá de alcanzar una verdadera gobernabilidad democrática con justicia y esperanzas para todos?".
El presidente de México, Ernesto Zedillo, puntualizó que el desarrollo sólo es alcanzable en la paz, la armonía social y la democracia.
En una posición que lo diferencia de otros mandatarios, y en especial del español José María Aznar, que presiona a Cuba para que se democratice, Zedillo aclaró que "México sostiene con firmeza que la democracia no puede transplantarse de un lugar a otro, de una sociedad a otra, no puede imponerse mediante conquista, injerencia o presiones externas".
En el mismo sentido se pronunció el presidente de Portugal, Jorge Sampaio, después de recordar que los modelos autoritarios se agotaron por ilegítimos, aislados e incapaces de resolver problemas económicos y sociales.
Sampaio manifestó que "sería imprudente comparar casos muy distintos, por la escala geográfica, el peso demográfico o las variaciones en los niveles de desarrollo".
El brasileño Fernando Henrique Cardoso subrayó la necesidad de que el Estado, "con el tamaño necesario para desempeñar bien su función social", debe marcar el rumbo de los países en la globalización.
Aznar, sin mencionar a Cuba pero mirando a Castro, dijo en su discurso que "se impone la voluntad compartida de poner en práctica los principios democráticos del pluralismo y respeto a los derechos humanos que conforman la Comunidad Iberoamericana".
Después llamó a que todos los países iberoamericanos, "sin excepción", reiteren su compromiso con esos ideales y su disponibilidad para "apoyar decididamente el camino hacia la democracia plena en la región".
Porque, añadió, "los sistemas políticos donde impera la protección de los derechos humanos, la separación de poderes y el imperio de la ley son, sin duda, los más prósperos y justos".
Solidaridad y Participación pidió el presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada.
"Solidaridad, porque una sociedad pobre requiere del esfuerzo colectivo para vencer al subdesarrollo tarea en la cual los que mas tienen ayuden a los que tienen menos. Participación, porque los escasos recursos de que disponemos deben ser manejados por la comunidad y no por los burócratas que desconocen las verdaderas necesidades de los pueblos".
El presidente de Costa Rica, José María Figueres, rindió al final de su intervención un homenaje a la presidenta de Nicaragua, Violeta Chamorro, quien participa por última vez en una cumbre iberoamericana antes de entregar el cargo al mandatario electo, Arnoldo Alemán.
Al término de sus palabras, entre los aplausos de los demás gobernantes, Chamorro abrazó a Figueres, quien le hizo entrega de una rosa.
El tema de la pacificación de Centroamérica estuvo presente en las intervenciones de los gobernantes del Istmo, y en especial del guatemalteco Alvaro Arzú, quien destacó la próxima conclusión exitosa de las negociaciones con las guerrillas de su país. (FIN/IPS/af-ggr/ip/96