Los mandatarios reunidos en la VI Cumbre Iberoamericana suscribirán este lunes una declaración comprometiéndose a adoptar medidas comunes contra el lavado de dinero sucio, procedente del narcotráfico.
En la última versión de la Declaración de Viña del Mar, elevada este domingo a los mandatarios y a la que tuvo acceso IPS, se señala que el narcotráfico, "ese complejo problema", requiere una respuesta integral y equilibrada.
En un claro rechazo a actitudes intervencionistas del gobierno estadounidense, los mandatarios sostienen que esa respuesta debe ser "construida sobre la base del principio de la responsabilidad compartida y con pleno respeto de los preceptos internacionales de soberanía de los Estados y la no intervención en sus asuntos internos".
Así, la Cumbre recoge la voluntad de los gobiernos de "emprender acciones comunes en contra del lavado de activos, que contribuyan a una mejor coordinación de los esfuerzos nacionales, regionales y mundiales en la materia".
En ese contexto, prosiguen, "instamos a la comunidad internacional a tomar medidas para combatir el lavado de activos, incluido el procedente del tráfico ilícito de drogas en sus mercados financieros y comerciales".
Asimismo destacan "la necesidad de incrementar la cooperación regional e internacional para mejorar los controles al desvío y comercio ilícito de precursores y sustancias químicas esenciales y al tráfico de armas, municiones y explosivos".
Los mandatarios también apoyan la propuesta de celebrar en 1998 un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, para tratar el problema de las drogas ilícitas y sus delitos conexos.
Esos esfuerzos, puntualizan, deben complementarse con políticas sociales y de desarrollo alternativo a fin de garantizar condiciones de vida dignas para las poblaciones afectadas.
Por último, subrayan su "firme convicción de que la prevención y la educación juegan un importante papel como estrategia eficaz, en el largo plazo, para crear mayor conciencia social en contra del consumo de drogas".
El presidente de Argentina, Carlos Saúl Menem, también se refirió al problema en su discurso y recordó -ante gestos afirmativos de su homólogo de Brasil, Fernando Henrique Cardoso-que la nueva hipótesis de conflicto de sus dos países ya no es la de considerar al otro como el enemigo potencial.
Los enemigos, añadió, son "el narcotráfico, el comercio ilegal de armamentos y el terrorismo", en cuyo combate deben actuar las fuerzas armadas conjuntamente, en labores de inteligencia e información. (FIN/IPS/td/ip/96