Los organizadores se lo temían, las entradas estaban vendidas desde hace mucho tiempo. La sala del museo de la ciudad de Siegburg, unos 15 kilómetros al norte de Bonn, estaba repleta, y afuera algunas personas esperaban conseguir alguna entrada para ver al poeta nicaragüense Ernesto Cardenal.
Con la presentación del libro "Cántico Cósmico" de Cardenal, que fue acompañado por el grupo Sal, comenzó a la decimoséptima versión de la semana literaria de Siegburg. Hace cuatro años, el director de la oficina de cultura de esta ciudad alemana, Klaus Hardum, extendió su primera invitación al poeta nicaragüense.
"Este año hemos invitado a autores que han aportado movimiento a la sociedad. Estamos contentos que Ernesto Cardenal sea el inaugurador de esta semana. Es un revolucionario y un luchador de la libertad que vino a dar a conocer al público sus ideas junto con el grupo 'Sal' ", comentó Hardum.
"Como el título lo dice, en este libro trato el cosmos, la poesía tiene un carácter científico, mezclo la poesía y la ciencia, la poesía y la política, la ciencia y lo místico, lo místico y la revolución", dijo el poeta en la presentación de "Cántico Cósmico".
Durante toda su obra va explicando los fenómenos de la naturaleza con la frialdad de la ciencia pura, mezclada con la mística de la teología y endulzada con el romanticismo de la poesía.
"La ciencia no da respuestas finales. Si uno lee o estudia el origen de la vida, la evolución sobre el desarrollo del universo, sabe que hay veces en que quedan más preguntas que las respuestas que se dan. Me hubiera decepcionado que él hubiese dado respuestas a todo eso", comentó el costarricense José Mathies.
La música fue un importante complemento para la poesía de Cardenal.
"Su poesía también tiene cadencia, tiene ritmo, tiene una expresión, hay palabras a las que él le da una entonación especial, un aire tropical propio de su tierra caliente, Nicaragua", comentó Alejandro Cruz, rector del Instituto Tecnológico de Costa Rica.
"Combina pensamientos filosóficos y científicos con expresiones de amor, de cierta sensualidad en el poema, de manera que escuchar eso acompañado de música latinoamericana es algo muy hermoso", añadió.
El grupo Sal, que interpretó canciones de Silvio Rodríguez, Juan Luis Guerra y Violeta Parra, recorrió diversos lugares de América Latina: comenzó por los Andes y continuó con música de los llanos venezolanos y colombianos, Cuba, Argentina y concluyó con Brasil.
Hardum manifestó que los países desarrollados pueden aprender mucho de Nicaragua y de Cardenal y su poesía.
"Debemos actuar en forma global. No podemos permitir que los problemas internos nos enceguezcan. Todo el mundo nos pertenece, y debemos entregar nuestros conocimientos a todo el mundo", senaló el director de cultura de Siegburg.
"Nosotros estamos obligados a darles el pan a los hambrientos. Esperamos que actividades de este tipo impulsen a que se piense más en ello", indicó Hardum.
Los alemanes deben prestar mayor ayuda a los desposeídos en los países más pobres del mundo.
"El progreso sólo puede darse con el respeto de los derechos humanos. La literatura paso a paso logra ampliar el horizonte. Tanto en América Latina como acá existen minorías que no pueden desenvolverse y desarrollarse", indicó el alcalde de Siegburg, Rolf Krieger.
Durante una semana, hasta el 16 de noviembre, estarán presentes en Siegburg grandes autores como Wolf Wondratschek, Tanja Kinkel, Indrig Noll. (FIN/IPS/mr/ag/cr/96
