La visita que el Papa Juan Pablo II realizará el próximo año a Cuba no está sujeta a condiciones de ninguna índole, aseguró hoy en la capital italiana el presidente cubano Fidel Castro.
"No he puesto ninguna condición y tampoco el Papa", expresó Castro, quien este martes presentó la invitación en la entrevista que mantuvo con Juan Pablo II en el Vaticano.
"El Papa es libre y nosotros lo trataremos con respeto durante su visita", declaró el presidente cubano ante unos 20 periodistas, italianos y extranjeros.
"Estamos menos distantes, la relación es buena y espero que mejore", agregó,
Tras ser recibido en audiencia privada por el Papa, Castro se reunió con Angelo Sodano y Jean-Louis Tauran, secretario de Estado y esponsable de la política exterior del Vaticano, respectivamente.
El líder cubano dijo que el Papa lo "conmovió". "Fue tan amable que me dejó hablar todo el tiempo". También informó haber agradecido a Juan Pablo II la oposición del Vaticano al bloqueo que Estados Unidos aplica a Cuba desde 1962.
El Papa ha condenado repetidamente las medidas de bloqueo económico, que a su juicio provocan grave daño a las poblaciones de los países que lo sufren.
Según Castro, Juan Pablo II es un "hombre noble, bueno, gentil", y parece de "buena salud".
Su conversación con el Papa trató sobre asuntos de ambiente e históricos y acerca de América Latina. "Le he explicado mi punto de vista sobre los pobres y los campesinos", agregó
Castro aseguró que la "libertad religiosa existe en Cuba y que "con la Iglesia (Católica) no ha habido jamás traumas, sino solo polémicas". Tras recordar sus 12 de estudio en institutos religiosos, el presidente proclamó su respeto a "todas las creencias y todas las religiones".
También dijo que aprecia "la preocupación de la Iglesia por la pobreza y el hambre en el mundo".
Así mismo, criticó al presidente del gobierno español, José María Aznar, quien propuso a la Unión Europea medidas de presión contra La Habana. El ya fallecido dictador español Francisco Franco tuvo más dignidad que Aznar ante la presión de Estados Unidos, declaró Castro.
"Aznar es muy amigo de la extrema derecha y de los exiliados cubano", expresó.
"Cuando estuvimos en Chile, (para la Cumbre Iberoamericana), me dijo que entre nosotros es como una partida de ajedrez, yo haré una movida y el de inmediato hará otra".
"Yo le expliqué que el destino de un país no se juega en un tablero de ajedrez. No lo entiendo y no comparto esta filosofía", dijo Castro.
También consideró que con la reelección de Bill Clinton "son un poco mejores" las condiciones para el alivio del bloqueo estadounidense, pero "Cuba no se hace ilusiones y continúa resistiendo".
"Confiamos en nuestra posibilidad de luchar y resistir por el tiempo que sea necesario". Así mismo, son útiles "las presiones de todo el mundo para obtener el fin del bloqueo", manifestó.
Clinton "no es partidario de la guerra, sino un hombre de paz, pero es fruto de esa sociedad, de esa política, y el Congreso (de Estados Unidos) está controlado por una derecha agresiva y reaccionaria", observó el presidente cubano.
Reconoció que "cometimos errores, pero no grandes. Fueron errores tácticos, cometidos cada vez que nos hemos sentido autosuficientes".
El líder cubano, que llegó a Roma el jueves de la semana última, participó en la Cumbre Mundial de Alimentación. Su regreso a La Habana no se ha anunciado, por razones de seguridad.
Reiteró que su régimen no se desviará de la línea del socialismo. "Las reformas no las haremos para la contrarrevolución, sino para perfeccionar nuestro socialismo, y no volveremos al capitalismo.
Su declaración fue en respuesta a una serie de preguntas que tocaron el tema de la apertura política en Cuba.
"En Cuba hay más pluralismo que en cualquier otro país", afirmó Castro. (FIN/IPS/jp/ff/ip/96)