Cuba aguarda de la confirmada reelección del presidente estadounidense Bill Clinton ajustes de matiz, cambios marginales y nuevas formas de hostilidad, pero no el mejoramiento de las relaciones bilaterales.
"Nada hace suponer que pueda haber una transformación en la percepción que tienen las élites de poder (en Estados Unidos) con respecto a la isla", según un comentario editorial de la televisión estatal.
En ausencia total de reacciones oficiales, los medios de información reafirman la convicción tradicional del gobierno de Fidel Castro de que poca diferencia representa para la isla que la administración de Estados Unidos sea republicana o demócrata.
"Para Cuba es prácticamente lo mismo", afirmó la emisora Radio Rebelde y añadió que los representantes de los dos partidos hegemónicos en Estados Unidos "le piden la cabeza a la revolución" y quieren "más bloqueo y trampas para Cuba".
Clinton es el primer demócrata que logra su reelección en los últimos 52 años, pero lo hace con un Congreso mayoritariamente republicano y con las "manos amarradas" para decidir sobre puntos esenciales como la ley Helms-Burton.
Firmada el 12 de marzo de este año, en respuesta al derribo por la Fuerza Aérea de Cuba de dos avionetas civiles estadounidenses tripuladas por exiliados cubanos, la ley Helms-Burton priva a Clinton del poder de decisión sobre la persistencia o levantamiento del bloqueo impuesto a la isla.
Expertos locales aseguran que, por primera vez desde la crisis de los misiles de 1962, el tema Cuba podría salir de la agenda doméstica estadounidense y convertirse en un problema de política exterior.
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por Dalia Acosta
LA HABANA, 6 nov (IPS) Cuba aguarda de la confirmada reelección del presidente estadounidense Bill Clinton ajustes de matiz, cambios marginales y nuevas formas de hostilidad, pero no el mejoramiento de las relaciones bilaterales.
"Nada hace suponer que pueda haber una transformación en la percepción que tienen las élites de poder (en Estados Unidos) con respecto a la isla", según un comentario editorial de la televisión estatal.
En ausencia total de reacciones oficiales, los medios de información reafirman la convicción tradicional del gobierno de Fidel Castro de que poca diferencia representa para la isla que la administración de Estados Unidos sea republicana o demócrata.
"Para Cuba es prácticamente lo mismo", afirmó la emisora Radio Rebelde y añadió que los representantes de los dos partidos hegemónicos en Estados Unidos "le piden la cabeza a la revolución" y quieren "más bloqueo y trampas para Cuba".
Clinton es el primer demócrata que logra su reelección en los últimos 52 años, pero lo hace con un Congreso mayoritariamente republicano y con las "manos amarradas" para decidir sobre puntos esenciales como la ley Helms-Burton.
Firmada el 12 de marzo de este año, en respuesta al derribo por la Fuerza Aérea de Cuba de dos avionetas civiles estadounidenses tripuladas por exiliados cubanos, la ley Helms-Burton priva a Clinton del poder de decisión sobre la persistencia o levantamiento del bloqueo impuesto a la isla.
Expertos locales aseguran que, por primera vez desde la crisis de los misiles de 1962, el tema Cuba podría salir de la agenda doméstica estadounidense y convertirse en un problema de política exterior.
La Helms-Burton, que pretende sancionar a terceros países por invertir en propiedades confiscadas a estadounidenses en la isla, fue rechazada a antes de su aprobación por la Unión Europea y por Canadá y México, los aliados de Washington del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
"Habría que ser muy optimista para pensar que todo va a seguir igual. Es mucho más probable un escenario donde la hostilidad mantenga sus viejas manifestaciones y adquiera nuevas formas", dijo a IPS un representante del Centro de Estudios de Estados Unidos.
Los especialistas que se dedican al estudio y pronóstico de la política estadounidense hacia Cuba esperan ahora una nueva ofensiva contra la isla en cuatro direcciones fundamentales: narcotráfico, terrorismo, espionaje e inmigración.
Como un complemento a la denuncia de violaciones de los derechos humanos para lograr una condena internacional a la isla, podría resurgir con fuerza el intento de involucrar al gobierno cubano en el narcotráfico internacional, según esos expertos.
En el tema del terrorismo, las bases fueron creadas el 22 agosto, cuando el Congreso aprobó la Ley Antiterrorista que incluye al país caribeño en la lista de "países renegados".
Por otra parte, un informe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del 10 de marzo incluyó a Cuba entre cinco naciones que mediante el "espionaje comercial" se esfuerzan en coleccionar secretos económicos e información patentada.
Según fuentes especializadas, la ofensiva en estas tres direcciones y algunas disposiciones de la ley Helms-Burton demuestran que en los círculos de poder estadounidenses "se hace todo lo posible por convertir el caso cubano en un problema de seguridad nacional".
De acuerdo con esa legislación, una nueva oleada de migrantes hacia Estados Unidos o la reanudación de la construcción de una planta nuclear en la isla, ahora paralizada, sería de inmediato considerada una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
"Lo único bueno que parece venir es la reanudación de los vuelos directos a La Habana de cubanos radicados en Estados Unidos", dijo una experta, que caracterizó de "marginal" ese e posible cambio.
Aunque los beneficiados directos de la reanudación de los vuelos serían los miembros de miles de familias divididas de un lado y otro del estrecho de Florida, ese gesto no estaría dirigido a Cuba, sino al electorado cubano-estadounidense que, por primera vez en décadas, dió su voto este martes a un demócrata.
Ante un nuevo período electoral, Clinton tiene en su curriculum el mérito de haber firmado los acuerdos migratorios más importantes en las relaciones entre Washington y La Habana, destinados a poner fin a la emigración ilegal de cubanos.
Entre los antecedentes del reelegido presidente se cuentan la crisis de los balseros de 1994, la de las avionetas de febrero de este año, un período de distensión que hizo pensar a los analistas en un fin del bloqueo, y la firma de la ley Helms-Burton. (FIN/IPS/da/ff/ip/96