El presidente de Cuba, Fidel Castro, fue recibido hoy por las máximas autoridades de Italia, en el primer día de visita a Roma, para asistir a la Cumbre Mundial de Alimentación.
"¡Qué hermosa es Roma, háganmela ver de inmediato!", fue su primer comentario cuando llegó esta madrugada (00:30 GMT), según contó este sábado la subsecretaria de Relaciones Exteriores de Italia, Patricia Toia, quien lo recibió en el aeropuerto.
Estaba muy apurado por llegar rápidamente al centro de Roma y se veía feliz de estar aquí, dijo Toia, a quien le contó su incómodo viaje en el avión soviético Iliuscin.
Terminada su intervención ante la Cumbre este sábado, el líder cubano tuvo la oportunidad de admirar Roma por segunda vez.
En esta ocasión sólo pudo hacerlo a través de los vidrios del automóvil que lo llevó primero al Palacio de Gobierno, donde se entrevistó con el primer ministro, Romano Prodi, y después al Quirinale, una de las siete colinas de Roma, donde fue recibido por el Presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro.
Prodi aludió a los derechos humanos en el país caribeño, "subrayando la necesidad que el gobierno cubano dé señales de real cambio, en particular en lo que se refiere a las libertades políticas y civiles", según se informó en un comunicado oficial.
El jefe del gobierno italiano auspició mayores relaciones entre Cuba y la Unión Europea (UE), y con el resto del mundo, lo que, aseguró, exige un esfuerzo de parte de todos.
En su encuentro con Castro, Prodi no ocultó su desilusión por "algunas ausencias" en la Cumbre convocada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en la que muchos países, en especial los latinoamericanos, no estuvieron representados por sus presidentes.
Al conversar sobre el encuentro con el Papa Juan Pablo II, el martes próximo, Castro recordó haber estudiado en un colegio de Jesuitas de La Habana y subrayó que "la revolución cubana no ha tenido mártires entre los hombres de Iglesia".
Al pasear por el antiguo Palacio Chigi, sede del gobierno italiano, el líder cubano se interesó por las características arquitectónicas del edificio y en los numerosos cuadros expuestos en los corredores.
Luego conversó durante una hora con Scalfaro, en una entrevista inusualmente larga, ya que los encuentros con el jefe de Estado italiano suelen ser muy breves.
Como es habitual en las audiencias concedidas por el Presidente de la República, no se entregó información sobre los temas tratados.
El programa de Castro en Italia se mantiene en absoluto secreto. No se sabe si irá a Asís, como se ha especulado insistentemente, si dará una conferencia de prensa, después de las más de 2.000 entrevistas que han sido solicitadas, ni tampoco si participará en la rueda de prensa conclusiva de la Cumbre. (FIN/IPS/jp/ag/ip/96