La vicecanciller de Cuba, Isabel Allende, afirmó hoy que el retiro del beneplácito al embajador de España, José Cordech Planas, no fue "una pataleta" sino una actitud totalmente responsable.
"A veces es mejor tomar medidas fuertes a esperar que se produzcan males mayores", dijo Allende al Noticiero Nacional de la Televisión Cubana.
La vicecanciller cubana respondió así a las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores español, Abel Matutes, quien intentó restarle importancia a la decisión cubana sobre la permanencia del embajador Coderch Planas en el país caribeño.
Una declaración del Ministerio de Relaciones Exterior de Cuba, publicada en el oficialista diario Granma, aseguró este martes que la decisión cubana es la consecuencia del análisis de una cadena de acontecimientos y no de un hecho aislado.
"El gobierno español tiene derecho a cambiar su política hacia Cuba. Nuestro derecho es respetar esa decisión y decir lo que ese cambio significaría", señaló Allende, pero eludió referirse al futuro de las relaciones bilaterales.
La crisis diplomática tiene sus antecedentes en los meses de la campaña electoral del actual jefe del gobierno español, José María Aznar, durante la cual el conservador Partido Popular adelantó su intención de cambiar radicalmente la política hacia Cuba.
España se pronuncia ahora por una transición pacífica y rápida de Cuba a la democracia, para lo que respalda las políticas de presión económica promulgadas por Estados Unidos.
La política proclamada por Aznar podría afectar los intereses de España en Cuba, donde constituye el primer inversionista extranjero y uno de los principales socios comerciales.
Allende descartó toda vinculación de la medida cubana con la aprobación este lunes por la Unión Europea de un documento que plantea la necesidad de estimular el surgimiento del pluripartidismo en la isla, el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
El texto de la iniciativa, promovida por España, ni siquiera ha llegado a Cuba por los canales oficiales, dijo Allende y limitó las razones de la crisis diplomática a "asuntos bilaterales".
Según la vicecanciller cubana, la medida contra Coderch se aplazó en espera de una respuesta del gobierno español en el sentido de si las declaraciones del diplomático, publicadas el 30 de octubre en el diario ABC de Madrid, concidían o no con la política oficial.
Coderch dijo a ABC que las puertas de las embajada española en La Habana estarían siempre abiertas a la disidencia cubana y que haría todo lo posible por propiciar una transición pacífica a la democracia en el país caribeño.
"Hemos sido pacientes, pero la paciencia no puede permitir una constante violación de la soberanía de un país", dijo Allende. (FIN/IPS/da/ag/ip/96
