CUBA: Empresarios españoles no opinan pero negocian

El síndrome del silencio, un mal que aqueja a la mayoría de los funcionarios en Cuba, alcanzó a buena parte del empresariado español en este país caribeño, que optó por no opinar sobre la última crisis diplomática.

"No estoy autorizado a opinar", es la respuesta más generalizada de ese sector, sin lugar a dudas uno de los más interesados en que las relaciones entre Cuba y España se mantengan en buenos términos.

Ejecutivos de las cadenas españolas Sol-Meliá, Trip Hotels y de la empresa mixta Tabacalera S.A. consultados por IPS se negaron a opinar "sobre política" o aplazaron su respuesta para "más tarde" o "la próxima semana".

El conflicto estalló este martes cuando el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba anunció el retiro del placet al nuevo embajador español en La Habana, José Coderch Planas, por mantener una actitud que consideró impropia de un diplomático.

El gobierno cubano aprovechó unas declaraciones públicas de Coderch para dejar clara su posición sobre la política hacia la isla del gobierno español encabezado por el conservador José María Aznar, a la que calificó de "absurda e injerencista".

Otro incidente tuvo lugar cuando grupos de ciudadanos cubanos se concentraron en las cercanías de la embajada española en La Habana con claras intenciones de penetrar en busca de visas.

Marianera Ferreol, vocera alterna de la cancillería, pidió al empresariado español con intereses en la isla que tuviera "calma y confianza" en el gobierno cubano y aseguró que no se espera un congelamiento de las relaciones bilaterales.

España es uno de los primeros socios comerciales de Cuba, con un intercambio comercial que en 1995 alcanzó 400 millones de dólares, lo que implica un crecimiento de 45 por ciento respecto del año anterior.

El ministro cubano de Comercio Exterior, Ricardo Cabrisas, reveló que hasta mediados de este año se habían constituído 80 asociaciones económicas entre empresas de los dos países y que de unas 600 firmas extranjeras acreditadas en la isla, 111 son españolas.

"Para 1996 las cifras de intercambio continuarán creciendo", dijo Juan Arenas, presidente por la parte española del Comité Bilateral de Cooperación Económica España-Cuba, que celebró su sexta sesión en junio pasado.

Tabacalera S.A., una empresa mixta cubano-española para la comercialización de los famosos puros habanos, pretende cerrar 1996 con una exportación de 70 millones de cigarros y continuar creciendo hasta satisfacer la demanda mundial de 120 millones.

Fuentes oficiales cubanas aseguran que España constituye el mayor inversionista extranjero en Cuba, con intereses en varios sectores de la economía cubana, como el turístico, tabacalero, inmobiliario y la industria ligera.

España fue uno de los tres países que en 1983 participaron en la Primera Feria Internacional de La Habana, devenida en el foro comercial más importante de Cuba y el pionero en las inversiones extranjeras en el país caribeño.

Sol Meliá, la más poderosa de las empresas españolas en Cuba, empezó sus negocios en 1990 con el hotel Sol Palmeras en el balneario de Varadero, a 140 kilómetros de La Habana, y este año ya opera seis hoteles.

Con más de 200 hoteles en 25 países, Sol Meliá tiene inversiones en Cuba por 50 millones de dólares, con una capacidad de 4.500 camas, y anuncia su ampliación para el año que próximo, cuando inaugure el hotel Meliá Habana, en la capital.

La firma española, asociada a Cubanacán S.A, protagonizó este mes la gran novedad de la temporada alta del turismo en Cuba con el primer viaje por el Caribe del Crucero Meliá Don Juan, que tendrá como puerto madre la ciudad de Cienfuegos, a 336 kilómetros de La Habana.

"Somos profesionales y donde hay negocios nos desarrollamos como empresa", dijo Gabriel Cánaves, director de la División Cuba de Sol Meliá, ante la amenaza que constituyó para esa empresa la aprobación de la ley estadounidense Helms-Burton que pretende frenar la inversión extranjera en la isla.

La empresa tiene la explotación comercial de dos hoteles en el sur de Florida -el Sol Miami Beach y el Sol Orlando-, que según Cánaves serían abandonados en caso de que continuaran las presiones estadounidenses.

Una reunión de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de España, efectuada en La Habana de los días 21 al 23, definió a Cuba como el destino turístico preferido de los españoles en el Caribe.

Por su parte, la compañía de aviación española Iberia decidió en mayo realizar seis vuelos semanales a Cuba para atender la demanda de turistas, empresarios y delegaciones de solidaridad que viajan constantemente a La Habana.

Fuentes del Ministerio de Turismo cubano aseguran que en los primeros 10 meses de este año llegaron a la isla 95.074 turistas españoles, para un crecimiento de 31,2 por ciento en relación con igual período del año anterior.

España es el tercer país en turistas a Cuba, una de las fuentes esenciales de ingreso del país caribeño, y el mercado por excelencia de productos cubanos, como puros habanos y ron.

Aunque las autoridades cubanas insisten en que el inicio de la recuperación de la economía, en crisis desde principios de esta década, se debe a esfuerzos internos, expertos locales aseguran que "nada hubiera sido posible" sin el impulso de la inversión extranjera. (FIN/IPS/da/ag/ip-if/96

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