Con fuertes recelos de los 15 miembros de la Unión Europea (UE), las Naciones Unidas dispararon la primera salva en una guerra global contra la práctica del soborno y corrupción en el comercio internacional.
El Consejo Económico y Social de la ONU aprobó una declaración instando a los 185 estados miembros penalizar todos los actos de soborno en las transacciones internacionales, y negar deducciones impositivas por cohechos, una práctica común en países occidentales.
No obstante, al hablar en nombre de la UE, Conor Murphy, de Irlanda, previno que la criminalización de la corrupción, particularmente en sus aspectos internacionales, tiene serias implicancias políticas, económicas, sociales y legales.
"Por lo tanto, la cuestión debe ser considerada por expertos legales para determinar diferentes métodos de encarar el problema, como tambien considerar las posibles negociaciones de instrumentos internacionales apropiados", apuntó.
Murphy propuso una enmienda que podría prohibir a estados miembros implementar una legislación con implicancias extraterritoriales. No obstante, como no insistió en una votación, la declaración fue adoptada unánimemente.
Todas las acciones de estados miembros contra el soborno y la corrupción, dijo la UE, deben ser confinadas a sus propios territorios y los delitos cometidos por sus conciudadanos.
La declaracíon será formalmente ratificada por la Asamblea General a principios de enero.
En abril, los 26 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), bajo intensa presión estadounidense, decidieron que se debería poner fuera de la ley al soborno en la gestión de negocios internacionales.
La OCDE, con sede en París, comprometió a sus miembros a reescribir normas impositivas que desde hace mucho fomentan el soborno entre funcionarios extranjeros. Las nueva reglas convertirían los pagos ilegales en inelegibles para ser objeto de deducciones impositivas.
"Este es un cambio abismal, un paso muy importante para romper la cadena internacional de corrupción", declaró David Aaron, un representante de la OCDE. "Pone a los gobiernos fuera del negocio de subsidiar la corrupción mediante el otorgamiento de excepciones fiscales por sobornos".
En la actualidad, Estados Unidos quizás es la única gran nación occidental que prohibe a las compañías pagar cohechos a funcionarios extranjeros.
La proscripción del soborno por Estados Unidos fue interpretada como un intento de privar una "injusta" ventaja, que gozan la mayoría de las naciones occidentales sobre compañías estadounidenses, cuando tratan negocios internacionales.
"El año pasado, desde abril de 1994 hasta mayo de 1995, el gobierno estadounidense comprobó casi 100 casos en los cuales sobornos extranjeros privaron a firmas nacionales de la posibilidad de adjudicarse contratos valuados en 45 millones de dólares", declaró Mickey Kantor, el representante comercial de EE.UU.
Expreso que "Washington quiere "elevar el nivel del juego e imponer reglas justas eliminando esa práctica perniciosa".
"El soborno distorsiona mercados y afecta el desarrollo económico", declaró el embajador Víctor Marrero, un diplomático de la delegación estadounidense.
Estados Unidos propuso penalizar criminalmente el soborno para complementar sus esfuerzos de prohibir deducciones fiscales por cohecho a funcionarios públicos extranjeros.
Marrero dijo a los delegados que la declaración de la ONU fue parte de la iniciativa de su país para combatir la difusa práctica del soborno comercial en todo el mundo.
La declaración incluyó un llamado a mantener contabilidades transparentes, niveles y prácticas, así como códigos de conducta prohibiendo cohechos o la solicitación de pagos ilegales.
La declaracion tambien demandó registros exactos de pagos por actividades comerciales transnacionales y urgió la cooperación multilateral en investigaciones criminales referidas a cohechos.
En marzo, Washington tambien tuvo éxito en su campaña para establecer una Convención Interamericana contra la Corrupción. La convención fue implementada por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Washington ha dicho que planea poner el problema del soborno y la corrupción en la agenda de la próxima reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Singapur, fijada para diciembre próximo. (FIN/IPS/tra-en/td/yjc/ego/if).
= 11281501 DAP005