El mercado mundial de carnes vacunas atraviesa un período incierto en 1996 debido a la enfermedad "de las vacas locas" y a la caída de los precios sin perspectivas inmediatas de recuperación.
A mediados del año, los precios en Estados Unidos habían perdido un 20 por ciento con relación a los niveles de comienzos de 1995 y un 40 por ciento respecto al mismo período de 1994.
Las expectativas del mercado se concentran en los efectos que tendrán sobre los precios la liquidación cíclica del rodeo en Estados Unidos y el fenómeno de las vacas locas.
Los únicos estímulos a la marcha del mercado provienen de Japón, Corea del Sur y la Federación Rusa. Se espera que los tres países aumenten de manera considerable las importaciones del producto.
El segundo informe anual del Acuerdo Internacional de la Carne de Bovino (International Bovine Meat Agreement) consignó, sin precisar cifras, que el consumo se derrumbó en Europa por la diseminación de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB).
El gobierno de Gran Bretaña anunció el 20 de marzo que puede existir un vínculo entre varios nuevos casos de la enfermedad Creutzfeldt-Jakob y la carne vacuna consumida a fines de los años 80.
La comunicación oficial británica aumentó los temores de que la EEB pueda ser transmitida a los humanos a través de la cadena alimentaria.
La escena internacional de las carnes presenció también este año la irrupción de Estados Unidos por primera vez desde 1945 como exportador neto, en términos de volumen.
El informe distribuido este lunes por la Organización Mundial del Comercio (OMC) indicó que al cierre de 1996, Estados Unidos habrá exportado 962.000 toneladas contra 943.000 de importaciones.
El cambio de papel de la ganadería estadounidense obedece a la posición más competitiva de sus carnes en el mercado mundial, como resultado de precios internos más bajos y de movimientos favorables en las tasas de cambios.
Estados Unidos, que ostentó durante muchos años la posición de primer importador mundial de carnes de bovino, cederá este año ese título a Japón.
En 1995, el país asiático había importado 940.000 toneladas. Este año se calcula que sus compras se elevarán a 1.030.000 toneladas, con un aumento de 10 por ciento.
Japón también descuella en la importación de carne porcina con la compra de un tercio de la oferta mundial
Uruguay hizo también su aparición en el mercado en su nueva condición de país libre de la enfermedad de la fiebre aftosa y embarcó sus primeros cargamentos de carnes frescas, enfriadas y congeladas a la ambicionada plaza de Estados Unidos.
Estimulada por perspectivas óptimas a largo plazo, la industria cárnica uruguaya se encuentra en etapa de expansión, dijo el informe.
Argentina, otro de los grandes exportadores sudamericanos, sigue las huellas de Uruguay para lograr el estatus de país libre de aftosa que le permitirá mejorar sus exportaciones a América del Norte y a Asia.
Pero la industria argentina atraviesa dificultades originadas en condiciones climáticas adversas, en la caída del consumo interno y en el impacto de la crisis de las vacas locas.
El informe de la OMC precisó que Argentina ha sido afectada por la pérdida de confianza entre los consumidores de carne de la Unión Europea, su mayor cliente.
Tanto los volúmenes como los precios de las exportaciones de la carne argentina se han derrumbado en 17 por ciento. El país sudamericano exportará este año 425.000 toneladas, contra 513.000 de 1995.
Los ganaderos brasileños se beneficiaron este año de condiciones macroeconómicas más estables y del aumento constante del consumo interno.
El mercado mundial se vio también conmovido este año por la presentación de dos quejas ante el Organo de Solución de Diferencias de la OMC relacionadas con la carne bovina.
Estados Unidos pidió la formación de un grupo especial (panel) para evaluar una disposición de la Unión Europea (UE) que prohibe la importación de carne proveniente de rodeos tratados con hormonas.
El grupo especial fue instituido en mayo pasado. Otra queja similar presentó Canadá en junio contra la UE. La OMC resolvió en octubre crear otro grupo especial para dilucidar la queja canadiense. (FIN/IPS/pc/ag/if/96
