Los peatones se han convertido en una de las prioridades de la intendencia (alcaldía) de Montevideo. Por eso, la ciudad, en especial el cono urbano, será revitalizada y reacondicionada en función de quienes a diario caminan por las calles.
Las reformas que comenzarán a desarrollarse en breve en la capital uruguaya incluyen el ensanchamiento de las aceras en la avenida 18 de julio, la principal de Montevideo, anunció el departamento de obras del municipio.
El nuevo arbolado, el equipamiento y la iluminación también contemplarán al usuario de la ciudad, "que no puede ser agredido, como actualmente sucede con esos elementos o con la publicidad de algunos locales comerciales del centro de la ciudad", añadieron.
Los proyectos incluyen vías peatonales, algunas de las cuales ya comenzaron a funcionar, particularmente en la Ciudad Vieja (casco histórico).
Las transformaciones cuya concreción se iniciará este año se complementan con la reubicación de comerciantes informales instalados en las aceras y la reserva de la avenida 18 de Julio, la principal de la ciudad, a ómnibus, taxis y vehículos de emergencia.
Además, se reacondicionarán las paradas del transporte colectivo.
El intendente (alcalde) de Montevideo, Mariano Arana, un reconocido arquitecto, sostuvo en un informe que el enfoque de los trabajos está dirigido a la "defensa de los intereses de los sectores menos favorecidos".
El extenso estudio que dio a conocer Arana en tal sentido señala la necesidad de "un carácter social para la obra pública, con instancias de participación, coordinación institucional y la coparticipación del sector privado".
El municipio comprometió a empresas e instituciones privadas en la recuperación, iluminación y acondicionamiento de plazas públicas, edificios y lugares considerados de interés por sus valores históricos y testimoniales.
En los últimos tiempos se reinaguraron numerosas plazas y espacios públicos que fueron recuperados por el trabajo combinado de la intendencia y los empresarios, que obtienen como contrapartida la concesión para la explotación de servicios en esos lugares.
Arana agregó que a la hora de repensar la nueva ciudad de Montevideo se debe tener en cuenta los problemas del tránsito, ya que la ciudad tiene "1.300.000 habitantes y 320.000 vehículos, cifra que crece cuatro por ciento al año".
El intendente señaló que "hay 1.400 ómnibus que recorren más de 300.000 kilómetros diarios (siete vueltas y media a la Tierra), mientras que los 3.100 taxis recorren más de un millón y medio de kilómetros diarios, 37 vueltas y media".
La intendencia fijó como prioridad el "Plan de Montevideo", que marca pautas para el ordenamiento territorial.
Arana anunció que se considera una reestructuración del transporte, a partir de "una estructura que contemple las necesidades actuales y futuras necesidades y supere ineficiencias".
Entre los objetivos, mencionó la accesibilidad del transporte colectivo, frecuencias adecuadas y "asignación del debido valor al tiempo del pasajero".
La Facultad de Arquitectura de Uruguay y la Junta de Andalucía apoyaron los estudios efectuados para introducir cambios en la ciudad y que tienen en cuenta infraestructura, saneamiento, vialidad, alumbrado, servicios municipales clásicos y las políticas de desarrollo socioeconómico locales.
Para Arana, la necesidad de desarrollar los cambios tiene se vincula también con la posibilidad de que Montevideo se convierta "en una suerte de Bruselas del Mercosur que albergue actividades administrativas, de gobierno y de servicios, así como una suerte de Hamburgo, con una clara vocación productiva y portuaria". (FIN/IPS/jlm/mj/dv/96
