/CIUDADES DEL MERCOSUR/ ECUADOR: El grafitti regresó a los muros en la era de Bucaram

Algo ha cambiado en el paisaje de esta capital desde que Abdalá Bucaram preside el gobierno de Ecuador. Los olvidados muros de casas y edificios resurgieron como medio más recurrente de comunicación popular.

"Las paredes de Quito se convirtieron en una especie de cronistas de la ciudad. Narran las vivencias de una población que no tiene acceso a otros intrumentos de opinión", dijo a IPS Xavier Ledesma, quien se autodenomina "artista de las paredes".

"El año del 'grafitti' en Quito fue 1991, pero ahora parece resurgir con un impulso inusitado, cuyo motor es, evidentemente, la política nacional", comentó, por su parte, Alex Ron, autor de un libro sobre este tipo de manifestación popular en Ecuador.

En un gran muro de concreto de una de las calles más transitadas de Quito se lee "No sólo de locuras vive el hombre… Queremos pan". El mensaje alude a las políticas populistas del gobierno de Bucaram, quien se hace llamar "el loco".

La personalidad de Bucaram, quien asumió la presidencia de Ecuador el 10 de agosto, "es motivo de diversas interpretaciones desde la visión popular y artística", explicó Ledesma.

La Embajada de Francia convocó el mes pasado un concurso de caricaturas políticas y "99 por ciento de los trabajos que se presentaron se referían a la figura de Bucaram", recordó.

"Un presidente que se dedica a cultivar su ego mientras juega al fútbol, canta, graba discos y recibe aplausos genera las más diversas reacciones, sobre todo cuando sus políticas económicas provocan incertidumbre, como ocurre con este gobierno populista- neoliberal", apuntó el artista.

El grafitti requiere un ambiente que genere "impulsos de creatividad" y también "una necesidad social que nace de la intolerancia", y "el gobierno de Bucaram cumple esas dos funciones de forma constante", sostuvo Ledesma.

Las declaraciones de Bucaram contra la música rock y el pelo largo "provocaron acciones policiales de represión hacia la juventud que no serán olvidadas por la población" aunque pretenda luego revertir la sensación que generó, pronosticó.

"Lo menos malo del gobierno de Bucaram es Rosalía", dice otro, que alude a la vicepresidenta Rosalía Arteaga.

"Abdalact… que mala leche. Firma: los ganaderos", reza otro grafitti que se refiere al programa de leche pupular (Abdalact) que impulsó el presidente y que provocó diversas protestas del sector industrial.

"El grafitti quiteño tiene varias connotaciones y es más literario que otras formas de comunicación, pero no necesariamente se debe poseer habilidad artística para desarrollarlo", según Ron.

Además, "manifiesta de manera humorística la inconformidad de un sector de la población que no tiene ataduras políticas ni responde a intereses particulares", agregó.

"La pared es un medio de comunicación directa e inmediata. No hay intermediación entre el mensaje y el receptor. El grafitti está ahí y no puede esquivarse de la vista. Eso hace que su penetración sea más interesante", explicó el escritor.

En la década del 60, "los graffitis estaban vinculados a procesos políticos y sociales del contexto latinoamericano, a visiones externas que los enmarcaban dentro de una posición política".

Pero ahora, según Ron, "la gente utiliza a las paredes como una válvula de escape que a veces toma forma de diversión y donde no necesariamente se habla directamente de un problema político, aunque se alude".

En 1991 existían unos 15 grupos dedicados sistemáticamente a estampar grafittis por toda la ciudad. Pero esta modalidad se volvió luego "más espontánea".

"Se introdujeron conceptos filosóficos, existenciales, se hablaba de amores sangrantes y problemas cotidianos", según Ron.

"Vivimos la resaca de una orgía en la que nunca participamos", se lee en un muro de la ciudad.

La importancia del grafitti bajo el dominio popular "fue perdiendo peso cuando aparecieron los grafittis asalariados, los pagados por los partidos políticos en contiendas electorales", afirmó Ron.

"Aunque el grafitti adquiere diferentes formas y sentidos, sigue teniendo un móvil político, que seguirá vigente en la población mientras forme parte de lo marginal, de lo prohibido y subversivo", concluyó. (FIN/IPS/mg/mj/ip cr/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe