CHINA: Beijing persigue a su mejor escritor por amoral

El escritor chino Wang Shuo se convirtió en la primera víctima literaria relevante de la cruzada moralizadora del Partido Comunista, que pretende revivir "la civilización espiritual" en un país zarandeado por las reformas económicas.

Una colección en cuatro volúmenes de las 30 novelas de Wang Shuo fue sacada de circulación despues que el Departamento de Propaganda del Partido Comunista juzgó las obras "reaccionarias" y escritas "en lenguaje vulgar".

Además, la casa editora estatal Hua Yi fue obligada por las autoridades a redactar una autocrítica por publicar esos libros políticamente incorrectos. "Hua Yi ya no se anima a publicar mis libros, Ningún otro lo hará", dijo Wang a la prensa occidental.

La prohibición se produjo días despues que el plenario del Partido Comunista finalizó sus deliberaciones el mes pasado, y aprobó un documento "para mejorar los niveles éticos e ideológicos de toda la nación".

Los comunistas ortodoxos del partido lamentaron la declinación moral de la sociedad china, y afirmaron que esos "males sociales" se debían exclusivamente a la influencia de la cultura occidental.

El propio presidente Jiang Zemin se puso a la cabeza de varias campañas gubernamentales para infundir un nuevo orgullo al pueblo chino, y fue el arquitecto del documento aprobado en la cúpula de octubre, que es un anteproyecto de administración del Partido Comunista hasta el año 2010.

En parte, admitió que "se realizaron grandes progresos en varios aspectos" (en el país) desde que China introdujo su política de "puertas abiertas" en 1979. Sin embargo, observó que algunos problemas serios deben ser ajustados en las esferas sociales.

En el campo de la literatura y arte, la plataforma partidaria alentó el principio de dejar que "broten 100 flores y 100 escuelas de pensamiento". Sin embargo, tambien advirtió que aquellas obras que no sigan los lineamientos de la "civilización espiritual", no serán publicadas.

Wang Shuo, el escritor contemporáneo más controvertido y comercialmente exitoso de China, cayó primero bajo el fuego cruzado de literatos conservadores hace dos años, por "su escritura vulgar, sintomática de una declinación de niveles morales".

A fines de 1994, el crítico literario Wang Binbin provocó un debate en varios periódicos literarios por un artículo titulado "Los Escritores Chinos Son Muy Listos", en el cual dijo que artistas como Wang Shuo producían inteligentemente obras que encajaban en la nueva economía de mercado pero eran asociales.

Posteriormente, el año pasado, el profesor Xie Mian, de la Universidad de Beijing, encabezó una serie de seminarios sobre literatura e idealismo, en los cuales se atacó furiosamente a Wang.

Las críticas afirmaron de nuevo que Wang solo tenía en la mente el objetivo de vender sus libros, cuando "la literatura debería ser una fuerza constructiva en la sociedad y los escritores tendrían que usar su talento para crear obras inspiradas".

Wang respondió a sus críticos señalando que "mis libros venden millones de copias y mantienen a muchísima gente, vendedores, editores y otros…" En cuanto a los ataques de los intelectuales chinos, dijo que hay una diferencia fundamental de pensamiento. "Ellos consideran que este siglo es trágico y para mí es cómico".

A la edad de 38 años, Wang Shuo es el más famoso escritor viviente de China, con más de 20 rotundos éxitos de libreria desde 1994 y casi 10 millones de copias vendidas.

Sus novelas introdujeron en el panteón literario chino a nuevas generaciones de jóvenes desilusionados y alienados de Beijing, desde aquellos desempleados, hasta artistas frustrados y ladrúnculos.

Con lenguaje picante, rico en argot y relatos retorcidos, Wang satiriza la sociedad urbana china a través de los ojos de los nuevos "liumang" (gamberros) surgidos en el país.

El credo de sus personajes es "antes de morir, goza", lo cual resulta del agrado de jóvenes lectores urbanos, indiferentes a elevados propósitos morales y compromisos sociales.

Más de una docena de relatos de Wang han sido adaptados en telenovelas y películas. La versión fílmica de "Mitad Mar, Mitad Fuego", mostró por primera vez en China comunista una escena de sexo en la cama.

Wang cesó abruptamente de escribir ficción en 1992 y decidió crear una compañía cinematográfica llamada "Buenos Sueños" con su viejo amigo, el actor, escritor y cineasta Feng Xiaogang.

"No había ninguna razón para seguir escribiendo. Expresé todo lo que tenía que decir", declaró en su momento a la prensa. Como autor, dijo, "uno se sienta todo el día en una habitación y escribe, apartado de la vida y la gente".

Hace poco debutó como director de cine con su film "Papa", basado en una novela que escribió en 1991, titulada "Soy tu Padre", pero desde la finalización del rodaje en febrero, la película cayó en manos de los censores y pasó por incalculables revisiones y cortes.

Entonces se produjo la prohibición del Departamento de Propaganda de publicar su colección en cuatro volúmenes. El boicot afectará seguram,ente su aspiracion de hacer películas porque usa el dinero de la reedición de sus libros para financiar su compañía

"Las reediciones anuales son mi mayor fuente de recursos", expresó con aire resignado.

Se trata de un buen ingreso para los niveles chinos. Sus cobros anuales por reediciones ascendieron en 1995 a mas de 12.500 dólares, cerca de 20 veces el salario promedio de un habitante de Beijing. (FIN/IPS/tra-en/ab/cpg/ego/ip).

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