Una empresa francesa investigará el ADN de los 1.200 millones de habitantes de China, para aislar genes que indiquen enfermedades importantes, en un proyecto que motivó reacciones de alarma de expertos en genética.
Genset, la empresa con sede en París, firmó una carta de intención con la Academia China de Ciencias Médicas, la cual administra 25 centros de investigación y todos los hospitales del país asiático.
La publicación científica británica "New Scientist" informó en el número de esta semana que Genset, trabajando junto a la empresa comercial francesa Tang Frere International, empleará a unos 20 investigadores para tomar las muestras de ADN y diagnosticar enfermedades.
Las muestras serán analizadas en París, utilizando máquinas de secuencia de genes con el fin de desarrollar pruebas de diagnóstico y nuevas drogas.
La preocupación se planteó porque la ley de eugenesia china, que entró en vigor en junio de 1995, requiere que las parejas que planifican casarse se sometan a pruebas de detección de enfermedades genéticas e infecciosas y desórdenes mentales.
Las parejas que portan genes patógenos pueden casarse sólo si aceptan la esterilización o la contracepción a largo plazo.
La ley, que otorga al gobierno el poder de decidir sobre qué condiciones se realizarán la pruebas, ha provocado indignación en países occidentales.
El profesor Peter Harper, del Departamento de Genética Médica de la Universidad de Wales, afirma que el contrato de Genset "es un tema muy serio", y "podría dañar a la genética con una muy mala reputación".
David Sherratt, presidente de la Sociedad Británica de Genética de la Universidad de Oxford, aconseja a Genset que insista para que China se comprometa a que la información obtenida durante el proyecto no sea utilizada contra personas.
"La compañía debería tener en cuenta que algunas partes de la ley son funestas", afirma Sherratt.
La Sociedad Británica de Genética suspendió su afiliación a la Federación Internacional de Genética en protesta ante su decisión de realizar en Beijing el próximo Congreso Internacional de Genética, en 1998. Muchos otros investigadores amenazaron con boicotear el congreso si la ley no es modificada.
Genset y la Academia China ultiman los detalles del acuerdo. El presidente de Genset, Pascal Brandys, afirma que "es nuestra intención tener cláusulas relacionadas a la ética. Lu Shendong, vicepresidente de la academia, se negó a hacer comentarios hasta que el aucerdo esté firmado.
Según el presidente de la Academia, Luand Ba Denian, "la investigación genética es extremadamente importante para la atención de la salud en China en el siglo XXI, y estamos convencidos de que nuestro esfuerzo conjunto llevará a descubrimientos fundamentales que beneficiarán a China y al resto del mundo".
La población de China resulta intersante para los genetistas, debido que las poblaciones rurales han permanecido estáticas durante siglos, haciendo que cada región sea distinta en su patrón de genes y enfermedades.
Esto hace fácil rastrear enfermedades hereditarias hasta un gen defectuoso específico, el cual puede ser frecuente donde prevalece una enfermedad. "Las poblaciones locales se pueden tratar casi como familias", explica Brandys.
Además, las enfermedades que afectan a la población china difieren de aquellas más comunes en Occidente.
Esto brinda una oportunidad para estudiar enfermedades nuevas o relativamente raras como el cáncer de garganta, mucho más común en China que en el resto del Mundo.
Brandys insiste en que su empresa aplicará las mismas salvaguardias éticas que en Occidente al tomar las muestras de los ciudadanos chinos, y que la información genética se utilizará anónimamente.
Además, Brandys dijo confiar en que los resultados de la investigación no serán utilizados para implementar la ley de eugenesia. (FIN/IPS/tra-en/mom/rj/lp/cr-ip/96