Los 60.000 trabajadores de los servicios públicos de Salud pusieron término hoy en Chile a un dramático paro de cuatro días, gracias a la mediación del parlamento y de la mayor central sindical del país.
El paro había entrado este jueves en una fase crítica, cuando las autoridades ordenaron el traslado de los enfermos más graves desde los hospitales públicos a establecimientos privados, universitarios y de las Fuerzas Armadas.
La Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud (Confenats) dispuso desde el miércoles el retiro de los turnos de emergencia, ante lo que consideró como insensibilidad del gobierno para atender sus reclamos salariales.
La decisión del gremio fue calificada de "criminal" por el ministro de Salud, Alex Figueroa, en tanto el titular de la cartera de Trabajo, Jorge Arrate, la consideró "poco ética".
El conflicto subió de tono cuando el presidente de Confenats, Humberto Cabrera, del opositor Partido Comunista, replicó que lo "criminal y poco ético" es el bajo presupuesto que, a su juicio, el gobierno destina al sector público de Salud.
El Colegio Médico, que no participó en el paro aunque apoyó las demandas de los huelguistas, advirtió este jueves que los hospitales y consultorios públicos caerían en un estado de colapso si no se reanudaban prontamente las actividades.
En esas condiciones, y acogiendo un llamado del arzobispo de Santiago, Carlos Oviedo, comenzó la mediación a cargo de los presidentes de las comisiones de Salud de ambas ramas del Congreso, el senador Mariano Ruiz-Esquide y el diputado Sergio Aguiló.
Roberto Alarcón, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la mayor matriz sindical del país, se integró igualmente a la comisión mediadora que sesionó en el Palacio Ariztía, sede de la Cámara de Diputados en Santiago.
Fue en ese lugar donde el diputado Aguiló dio a conocer en las primeras horas de la tarde de este viernes el acuerdo que permitió poner término de inmediato al paro iniciado el martes en todo el país.
La fórmula negociada establece que en el curso de noviembre debe alcanzarse un acuerdo sobre el mejoramiento salarial de los trabajadores de los hospitales estatales y municipales, las enfermeras y los paramédicos.
En el acta de mediación quedó consignado que para negociar existe un "piso" de 24,4 millones de dólares, que son los recursos que ofrece el gobierno, y un "techo" de 51,2 millones, monto al que alcanzan las demandas sindicales.
Del mismo modo, se estableció la creación de un nuevo marco laboral para los trabajadores hospitalarios, así como la creación de incentivos que vinculen mejoramientos remunerativos a una mayor productividad.
La crisis del sistema de Salud pública en Chile fue heredada de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90), quien privatizó la atención a los sectores de ingresos medios y altos, y dejó al Estado la responsabilidad de asistir con menos recursos a la población de bajos ingresos. (FIN/IPS/ggr/ag/ip-lb/96
