CHILE: Los ricos también lloran… por escasez de agua

La sequía que afecta a las regiones del centro de Chile tiene su manifestación más publicitada en la escasez de agua que sufren desde este mes los municipios más ricos de Santiago.

Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, las comunas (municipios) del sector oriental de Santiago donde se concentra la población de mayores ingresos, iniciaron rigurosos planes de racionamiento del agua, con controles sobre todo en el riego de jardines.

La baja en 60 por ciento de volumen de lluvias en la temporada invernal, de junio a septiembre, multiplicó sus efectos negativos en esas comunas por la mala gestión de la empresa de agua potable Lo Castillo, encargada de abastecerlas.

La falta de agua en el sector oriental de Santiago es noticia de primera página en la mayoría de los diarios de la capital desde el día 20, cuando los habitantes de las tres comunas sufrieron un corte total del suministro.

En La Dehesa, un barrio de lujosas mansiones de Lo Barnechea, así como en el resto de las comunas comprometidas, los vecinos han tenido que abstenerse de llenar sus piscinas privadas, pese a las altas temperaturas registradas desde este mes en Santiago.

Los diarios y los noticieros de televisión muestran imágenes hasta ahora inéditas de las elegantes amas de casa de Las Condes recibiendo agua de camiones aljibe, acompañadas de sus "nanas" (empleadas domésticas), que cargan los tiestos.

El despliegue informativo en torno de la crisis de agua en Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea desvió la atención que merecería otro impacto más grave de la sequía, que afecta con fuerza a seis de las 13 regiones del país.

En el área comprometida, que va desde unos 500 kilómetros al norte de Santiago y 500 al sur, caerá bruscamente la producción de algunos alimentos y la agricultura perderá 200 millones de dólares.

La advertencia, hecha por Ernesto Correa, presidente de la empresarial Sociedad Nacional de Agricultura, movilizó al gobierno en ayuda de los productores, pero despertó poco interés en los medios de prensa.

Joaquín Lavín, popular alcalde de Las Condes, puso en práctica desde el 22 un sistema de restricción de riego de jardines, que representa 70 por ciento del agua que se consume en su municipio en primavera y verano.

Los vecinos de Las Condes podrán regar día por medio sus jardines, en turnos según el dígito final de su dirección domiciliaria, y serán multados si se les sorprende despilfarrando agua, ya sea mediante riego o lavado excesivo de automóviles.

Las Condes, el municipio de mayores ingresos del país, optó igualmente por contratar camiones-tanques que traen agua de otras comunas para regar los parques y jardines públicos, de acuerdo con la estrategia trazada por Lavín.

Lo Castillo es la única sociedad de carácter privado que opera en el suministro de agua potable de Santiago, donde el servicio es cubierto primordialmente por la estatal Empresa Metropolitana de Obras Sanitarias.

El Ministerio de Obras Publicas analizó la posibilidad de suspender la concesión de agua de Lo Castillo, pero la empresa eludió ese castigo mediante la venta de 55 por ciento de sus acciones al consorcio Enersis el día 18.

Nueva Lo Castillo, como se llama ahora la compañía, tiene plazo hasta fines de diciembre para normalizar el servicio en las comunas, y para esos efectos, Enersis proyecta inversiones del orden de los 50 millones de dólares.

Enersis, un consorcio que opera en el sector eléctrico con grandes inversiones en Chile, Argentina y Perú, ganó el día 20 la licitación de 70,26 por ciento de la Compañía Eléctrica de Río de Janeiro, con lo cual se expande ahora a Brasil.

Hernán Bosselin, un abogado democristiano, presentó una demanda ante la Fiscalía Económica para que anule la venta de Lo Castillo a Enersis, porque a su juicio, en la operación se trasgredieron normas antimonopólicas.

El fracaso de Lo Castillo deja al desnudo lo paradojal de los planes del gobierno de Eduardo Frei de privatizar a partir de 1997 las empresas sanitarias estatales, que han sabido garantizar el suministro de agua pese a la sequía.

Las tres comunas con escasez de agua son representativas del 10 por ciento más rico de la población de Chile, que tiene ingresos mensuales por persona de 1.600 dólares, según una encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas.

En el entorno de la sequía y sus efectos se comenta con humor que los habitantes de La Dehesa dejarán de bañarse y que en este verano, oler mal será en Santiago un signo de estatus y distinción. (FIN/IPS/ggr/ff/pr if/96

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