La economía de Chile mantiene, cuando está por concluir el año, la ecuación de estabilidad y crecimiento, gracias a una política de ajuste que, a pesar de sus éxitos, abre algunos interrogantes para 1997.
El ministro de Hacienda y jefe del equipo económico gubernamental, Eduardo Aninat, aseguró que el ajuste marcha bien, luego de que el Banco Central difundió este lunes sus índices sobre la marcha de la economía, actualizados a septiembre.
El índice mensual de actividad económica (Imacec), homologable al producto interno bruto (PIB), registró en septiembre un crecimiento de cinco por ciento, con un promedio para los nueve primeros meses del año de siete por ciento.
Las cifras, según Aninat, muestran que se está logrando el objetivo de moderar el crecimiento para impedir "recalentamientos" de la economía, sin caer en situaciones recesivas, como pronosticaban algunos empresarios.
En base a cifras del primer semestre, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) previó hace dos meses un crecimiento del PIB en Chile de siete por ciento para este año, que, aunque inferior al de 1995, será el más alto de la región.
Siempre de acuerdo con el Banco Central, la balanza comercial acumuló hasta octubre un déficit de 824 millones de dólares y se encamina a cerrar el ejercicio anual con una cuenta negativa del orden de los mil millones, prevista por las autoridades.
No obstante el déficit comercial, en la balanza de pagos continúan creciendo las reservas internacionales, que el 15 de este mes llegaron a 15.412 millones de dólares, equivalentes al gasto de importaciones de un año.
El gobierno y el Banco Central resolvieron acentuar el ajuste por la vía de elevar las tasas de interés luego de que el Imacec marcara en abril de este año un crecimiento de 8,1 por ciento, incompatible con las metas de inflación para 1997.
Los objetivos antinflacionarios se están cumpliendo y Che están cumpliendo y Chile se encamina este año a un incremento del índice de precios al consumidor (IPC) de 6,5 por ciento, con una inflación de 5,8 por ciento acumulada entre enero y octubre.
La desocupación, que constil de la política económica, está relativamente controlada, con una tasa de 6,8 por ciento de la fuerza de trabajo en septiembre, luego de que en julio remontara a 7,1 por ciento.
Las últimas cifras del Imacec indican que el país sigue creciendo, aunque "a un ritmo distinto", lo cual "demuestra que el ajuste marcha bien y que se está bastante avanzado, de acuerdo a lo programado", subrayó Aninat.
Se espera, según declaraciones del presidente del Banco Central, Carlos Massad, qades revisen las tasas de interés en el curso del primer semestre de 1997, lo cual indicaría el fin del ajuste.
Es probable que esta revisión se adelante si cobran cuerpo los temores de algunos expertos de que el incremento salarial del sector públarial del sector público para 1997, de 9,9 por ciento, afecte la meta de inflación de 5,5 por ciento pa Luis Riveros, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, dijo que el ajuste ha sido positivo para rebajar la inflación y acortar la brecha entre el gasto y el crecimiento crecimiento icit fiscal.
Pero Riveros advirtió que con el incremento salarial del scremento salarial del sector público el objetivo de una inflación de sólo 5,5 por ciento en 1997 se torna "bastante exigente y ambicioso" y podría llevar a prolongar el ajuste.
El académico advirtió que, de acuerdo con las tendencias actuales, eclinaría a intensificar sus efectos en el último trimestre de este año, que se cerraría con un crecimientonferior al programado siete por ciento.
La solución, según Riveros y otros expertos, no está en prolongar el ajuste, sino en cambiar la modalidad de fijación de las tasas de interés que emplea el Banco Central, que llevan a una indexación permanente de la economía.
El Banco Central debmía.
El Banco Central debe dar señales de confianza en sus propias políticas y fijar las tasas de interés de sus títulos sobre la base de la inflación esperada y no la inflación pasada, sostuvo el decano universitario.
La propuesta de desindexar los instrumentos financieros y crediticios fue planteada también por Pablo Piñera, uno de los miembros del Consejo del Banco Central, y acogida por interés por empresarios que se sienten víctimas de un "sobreajuste". (FIN/IPS/ggr/mj/if/96