BURUNDI: Líder opositor de Kenia contra bloqueo regional

Las penurias que el pueblo de Burundi está padeciendo por causa del bloqueo económico impuesto por sus vecinos africanos fueron exhibidas hoy ante la prensa en Nairobi, por el líder opositor keniano Raila Odinga, después de una visita personal a aquel país de Africa central.

Al concluir una conferencia de prensa dedicada a reforzar su posición contra el bloqueo a Burundi, Odinga -principal figura del Foro por la Restauración de la Democracia en Kenia (FORD-Kenya) mostró una cinta de vídeo grabada en aquel país durante una misión cumplida entre el 8 y el 12 de este mes.

Durante más de una hora, el vídeo muestra calamidades sanitarias en los hospitales, escasez de gasolina para los vehículos y cientos de miles de personas desplazadas por la violencia étnica.

La grabación termina con una entrevista del propio Odinga con el jefe del nuevo régimen militar de Burundi, mayor Pierre Buyoya.

Con este viaje de reconocimiento, Odinga se ha convertido en el primer político africano que visita Burundi desde que los jefes de Estado de los países de Africa central y oriental impusieron sanciones a ese país, el 31 de julio, seis días después del golpe militar que reimplantó a Buyoya en el poder.

Buyoya, miembro de la minoritaria etnia tutsi, depuso el 25 de julio al entonces presidente Sylvestre Ntibantunganya, de la etnia hutu, que es mayoría en el país.

"El mundo se ha olvidado de Burundi. Todos concentran su atención en Zaire, mientras Burundi es estrangulado por el bloqueo. Ya podrá ser muy tarde cuando el mundo haga conciencia. Será una catástrofe", exclamó Buyoya en el vídeo.

El nuevo presidente aseguró que su gobierno se retirará del poder tan pronto como quede cumplido el programa de cuatro puntos que se ha propuesto.

Tras haberse reunido dos veces con Buyoya en el curso de su estancia en Burundi, Odinga explicó a la prensa que "el programa del nuevo gobierno incluye la restauración de la autoridad del Estado, el diálogo con todas las facciones armadas, el debate nacional y la recuperación de la economía.

"Se estima que el gobierno pueda durar un máximo de tres años, pero el mayor Buyoya desearía retirarse incluso a los 18 meses, si los objetivos fueran alcanzados dentro de ese tiempo", señaló Odinga.

Sin embargo, Buyoya se quejó en la entrevista de que sus esfuerzos por pacificar el país están siendo socavados por el bloqueo. "Las sanciones matan a la paz, lo que significa matar a la región".

Territorio sin salida al mar, Burundi importa todo el combustible que consume. Casi el total de sus exportaciones deben salir hacia el Océano Indico por los puertos de Tanzania y Kenia, y 90 por ciento de los ingresos nacionales por exportación dependen del café y el té.

El primer ministro, Pascal Firmin Ndimira, dijo el mes pasado que el embargo ya había costado 162 millones de dólares al país.

"Amigo de Burundi", es la forma en que Odinga se llamó a sí mismo. El político opositor confirmó que el bloqueo ha interrumpido las comunicaciones y el comercio con los estados vecinos.

"Cientos de camiones de todo tipo, cargados con mercancías para Burundi, se encuentran atrapados en la frontera de Tanzania con ese país. Los precios internos de la gasolina, la sal, el azúcar o la parafina son ahora cinco veces más altos que antes de las sanciones", informó Odinga.

El líder keniano ratificó que ya no existen medicinas en el Hospital Universitario de Kamenge, en las afueras de Bujumbura.

"Mientras los pacientes agonizan, los estantes de las farmacias están vacíos. Todos se quejan, ya sean comerciantes, mujeres del mercado o consumidores, de la falta de ventas o de los altos precios de los productos", añadió.

"La peor experiencia tuvo lugar en la unidad de tratamiento intensivo del hospital, donde los enfermos morían por falta de los suministros imprescindibles".

Según Odinga, el mantenimiento de las sanciones empuja a Burundi hacia un genocidio similar al que produjo cerca de un millón de muertos en Ruanda en 1994.

"Es real el peligro de una explosión de violencia étnica, y la situación no mejora con la toma de posiciones encontradas en el conflicto", advirtió Odinga, quien también previno contra el riesgo de que el control político caiga en manos de extremistas.

El político keniano afirmó que un Burundi inestable y étnicamente dividido es un problema que interesa no solamente a los habitantes de ese país sino a toda la región de los Grandes Lagos.

Odinga es el segundo legislador de Kenia que desafía en público al embargo decretado contra Burundi por los gobiernos de la región.

Farah Maalim, otro parlamentario opositor, advirtió la semana pasada en el diario independiente Daily Nation que toda iniciativa de paz que no garantice la seguridad de los tutsis estará destinada al fracaso.

Por el contrario, el Consejo Nacional por la Defensa de la Democracia (CNDD), grupo rebelde de mayoría hutu en Burundi, sigue apoyando el mantenimiento del bloqueo.

"Las sanciones deben proseguir hasta que los militares abandonen el poder", dijo a IPS un miembro del CNDD que no quiso ser identificado. (FIN/IPS/tra-en/mn/jm/kb/arl/ip/96

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