El Ministerio de Educación de Brasil divulgó hoy los primeros resultados de su sistema de evaluación de la enseñanza básica, que reveló graves insuficiencias, en especial en la instrucción secundaria.
El "primer grado", como se denomina a los primeros ocho años de enseñanza oficial, mejoró, pero el panorama en el "segundo grado", los tres años previos al pasaje a la universidad, es "trágico", admitió la secretaria de Evaluación, Maria Helena Guimaraes.
El índice de repetición de años es casi idéntico en la enseñanza primaria y en la secundaria, 33 y 34 por ciento respectivamente, pero en esta última se debe en parte a la falta de maestros, especialmente de matemática, física, química y biología.
Además, 75 por ciento de los alumnos asisten a cursos nocturnos, en general porque deben trabajar durante el día.
"Será imposible suplir la falta de profesores si no se aumentan los salarios", sentenció Guimaraes. Los educadores de primaria no solo carecen de sueldos adecuados, sino de capacitación y condiciones para enseñar.
Los pésimos datos sobre calidad de enseñanza son, no obstante, consecuencia parcial de un gran avance en la cantidad de estudiantes. Prácticamente no hacen falta en Brasil más escuelas primarias, a las que asisten 96 por ciento de la población entre 7 y 14 años de edad.
El número de alumnos de educación secundaria aumentaron de 3,7 millones en 1991 a más de cinco millones en la actualidad.
La evaluación se elaboró en base a pruebas a las que se sometió a 90.499 alumnos de 2.289 escuelas públicas y 511 privadas.
Sesenta por ciento de los alumnos de enseñanza media no dominan las matemáticas de primaria y apenas uno por ciento logra analizar un manual técnico o un libro de literatura.
El Distrito Federal que rodea la capital, Brasilia, donde los maestros ganan los mejores salarios del sector (1.500 dólares en promedio), fue el lugar donde se registró el mejor "índice de aprovechamiento" en las pruebas, que alcanzó a 51,8 por ciento.
En cambio, en los estados del norte y el noreste del país, los más pobres del territorio, el índice fue de entre 38 y 43,3 por ciento.
La evaluación estableció, además, la existencia de una relación directa entre el aprovechamiento de los cursos por parte de los alumnos y el grado de educación de los padres.
Las escuelas privadas ofrecen mejor enseñanza que la pública en buena medida porque los padres de sus alumnos cuentan con más recursos económicos e información, al tiempo que acompañan los estudios de los hijos.
Las escuelas de mejor desempeño, sin embargo, son las federales, vinculadas a universidades. Sus alumnos lograron 314 puntos en un total posible de 375 en matemática y 290 en portugués, contra, respectivamente, 291 y 277 de las escuelas privadas.
Otras condiciones que influyen en el débil desempeño de los estudiantes son la falta de bibiotecas en 38 por ciento de las escuelas brasileñas y de locales para la práctica de deportes en 43 por ciento de los centros de enseñanza. (FIN/IPS/mo/mj/ed/96
