Las elecciones de escrutinio más rápido en la historia de Brasil ampliaron la dispersión del poder municipal entre muchos partidos, consolidando el fin de hegemonías heredadas del régimen militar.
Ocho partidos dividirán a partir de enero las alcaldías de las 26 capitales provinciales, que pesan en la correlación de fuerzas políticas. El que obtuvo más triunfos gobernará cinco, pero ninguna de las principales.
Los resultados finales en los 31 municipios que eligieron sus alcaldes el viernes fueron conocidos a las 01:27 hora local (03:27 GMT) de este sábado, celebró el presidente del Tribunal Superior Electoral, Marco Aurelio de Mello.
Eso se debe a la votación electrónica en todas las ciudades en esta segunda vuelta de las elecciones municipales. En la primera vuelta, sólo un décimo de los más de 5.500 municipios brasileños – los que tienen más de 200.000 electores- tuvieron computadoras, sustituyendo las tradicionales urnas electorales.
Las elecciones brasileñas anteriores se caracterizaron por sus escrutinios prolongados, demorando la entrega de los resultados finales en hasta dos semanas.
También fueron los comicios más limpios de la historia, celebraron jueces electorales.
La informatización puso fin a los fraudes que afectaban los comicios y frecuentemente exigían la intervención de la justicia, incluso anulando elecciones y provocando su repetición.
El triunfo obtenido en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, consolida a su actual alcalde, Paulo Maluf, como un fuerte candidato a la presidencia en las elecciones de 1998: su popularidad fue decisiva para convertir en su sucesor a Celso Pitta, un desconocido hace sólo cinco meses.
Además, su Partido Progresista Brasileño (PPB), conservador, triunfó en otras tres capitales de estado y ciudades importantes, como Santos, el mayor puerto del país.
De esa forma, Maluf fortaleció su liderazgo en los sectores conservadores de la política brasileña. Candidato presidencial fracasado en dos elecciones -en 1985 y 1989-, recuperó su imagen de líder político y administrador eficiente tras conquistar la alcaldía de Sao Paulo en 1992.
Entre las fuerzas de izquierda, la sorpresa la constituyó el Partido Socialista Brasileño, que triunfó en tres capitales de estado.
En Belo Horizonte, la tercera en importancia y población, su candidato Celio de Castro logró la más aplastante mayoría, con 77 por ciento de los votos válidos. Además, eligió dos mujeres para gobernar Maceió y Natal, dos capitales del noreste de Brasil.
Surge así como un alternativa de izquierda al Partido de los Trabajadores, del líder obrero Luis Inacio Lula da Silva, que sólo obtuvo la victoria en dos de los 11 municipios en que disputó la segunda vuelta.
Las mujeres, que hasta ahora gobernaron pocas capitales de estado, ampliaron su participacin en estas elecciones.
A partir de enero habrá tres alcaldesas en Brasil. Además de las socialistas Katia Born y Vilma Faria en Maceió y Natal respectivamente, Angela Amin, del conservador PPB, triunfó en Florianpolis, capital del sureño estado de Santa Catarina. (FIN/IPS/mo/ag/ip/96