Al llegar noviembre, los líderes de la cuenca del Pacífico se reúnen en una cumbre informal y demuestran "el espíritu de comunidad" que los anima al posar para los fotógrafos vestidos de modo uniforme.
La cumbre de este año del foro de Cooperación Económica de Asia- Pacífico (APEC), celebrada el lunes en Filipinas, fue rica en símbolos.
Al margen del "barong tagalog", el atuendo típico del país organizador, que alteró la uniformidad de estilo, el mensaje de los 18 países miembros fue almacenado en una cápsula del tiempo.
Esa cápsula sólo se abrirá en el 2010, el año en que las naciones industrializadas del grupo deben alcanzar la meta de liberalización del comercio y las inversiones.
El lenguaje de los documentos de APEC es optimista y destaca "el espíritu de comunidad" de un foro que no sólo agrupa a Estados Unidos y Japón, dos grandes potencias, sino también a Chile y México, por América Latina, y a Papúa-Nueva Guinea, una pobre nación de Oceanía, y a culturas e ideologías muy variadas.
APEC, creado en 1989, es mucho más que una nueva forma de cooperación. Sus decisiones no son vinculantes, aunque se supone que sus beneficios serán mayores de los que resultarían de negociaciones formales.
El primer ministro de Canadá, Jean Chrétien, anfitrión de la cumbre del próximo año en Vancouver, aseguró que el sistema de APEC "se basa en el honor" de sus integrantes. "No promulga leyes ni lleva a nadie ante ningún tribunal".
Una mirada a los acuerdos de este año en Subic Bay demuestra que "el estilo APEC" no busca marcas en cuanto a velocidadad de la liberalización comercial ni tampoco en materia de cooperación económica, un aspecto que permanecía postergado, debido al énfasis puesto en asuntos de intercambio.
Los hombres de negocios encuentran lento el progreso de APEC y creen que los gobernantes deberían esforzarse para integrar la cuenca del Pacífico en una nueva comunidad. Mientras los líderes conversan, las empresas siguen adelante y realizan negocios a través del océano.
"La comunidad empresarial descubrió Asia-Pacífico mucho antes de que fuera un área políticamente de moda", señaló Timothy Ong, director gerente de National Insurance Co. Bhd, de Brunei, y miembro del Consejo Asesor Empresarial de APEC.
Los ministros de los 18 estados acordaron en Filipinas el Plan de Acción de Manila, que recoge los programas presentados por los miembros del foro para el recorte de aranceles y de otras barreras al libre comercio.
Se trata del primer paso concreto hacia la supresión de obstacúlos al comercio y a la inversión, que se completará en el 2020, el plazo fijado para los países en desarrollo del grupo.
Los planes individuales, cuya aplicación comenazará el próximo 1 de enero, combinan pasos modestos y audaces.
En la mayoría de los casos se trata de la confirmación de medidas de liberalización ya en marcha en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC), aunque también se anuncia la revisión de leyes comerciales y facilidades para la radicación de empresarios extranjeros.
APEC no es una organización estructurada, sino un foro, y tampoco es un ámbito de negociación, según advierten algunos miembros.
"Los planes individuales de acción no son ofertas comerciales. APEC no fue creado para eso, sino para que cada país informe qué ha hecho en el sistema multilateral de comercio", explicó Rafidah Aziz, ministra de Industria y Comercio Internacional de Malasia.
Todos concuerdan en que APEC no es un club de negociación, y cada miembro tiende a interpretar su carácter desde su propio punto de vista.
Mientras los países industrializados ponen énfasis en los plazos de liberalización, las naciones en desarrollo señalan que ese proceso debe contemplar sus intereses.
Esa diferencia de enfoque se manifestó nuevamente en el debate acerca de la liberalización del intercambio de tecnologías de la información.
Bajo intensa presión de Estados Unidos, los líderes de APEC acordaron en su declaración final que se proponen "eliminar sustancialmente para el 2000" los aranceles a la importación de tecnologías de la información, aunque reconocieron "la necesidad de flexibilidad" de ese objetivo.
Los delegados estadounidenses destacaron que se trata de la primera vez en que APEC se pronuncia como grupo sobre un asunto en discusión en la OMC, y los países en desarrollo indicaron el explícito reconocimiento de su libertad de acción en la materia abordada.
El primer ministro de Malasia, Mahatir Mohamad, advirtió que los países del Norte industrial invocan el libre comercio cuando les sienta bien, con en el caso de las tecnologías de la información, clave en las exportaciones de Estados Unidos.
El cambio, el Norte aún restringe el ingreso de otros productos, como los textiles, exportados por el Sur, dijo el primer ministro.
Mahathir exhortó a APEC a ayudar a los países pobres a competir y solicitó planes de acción no sólo en materia de liberalización comercial, sino yambién de cooperación para el desarrollo.
"Si esos planes se pusieran en marcha con el mismo entusiasmo que las decisiones para la liberalización del comercio y de las inversiones, podríamos crear en un futuro no lejano una 'comunidad APEC' no solamente próspera, sino también con una distribución de riquezas más equitativa", señaló.
APEC admitió que la "humanización" del desarrollo y la equidad son tan importantes como la liberalización comercial, y esas puntualizaciones otorgan argumentos a los países en desarrollo del grupo.
El aumento de la preocupación social en la agenda de libre comercio otorga a los países del Sur la flexibilidad que siempre han pedido: que la liberalización de mercados sea implementada a un ritmo compatible con sus posibilidades e intereses.
Mientras, un funcionario japonés destacó que APEC debe demostrar la viabilidad de la cultura del consenso, ya probada con éxito en la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia.
Es necesario poner en evidencia que hay otra vía para los acuerdos comerciale, más allá de la amenaza de sanciones al incumplimiento, dijo el funcionario. (FIN/IPS/tra- en/js/cpg/ff/if/96