El foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC), el "megamercado del siglo XXI", podría aceptar en su próxima cumbre el ingreso de nuevos miembros para despejar una numerosa antesala en que montan guardia dos latinoamericanos: Perú y Colombia.
México y Chile y son los únicos representantes de América Latina en ese foro de 18 estados, y el presidente mexicano Ernesto Zedillo y el chileno Eduardo Frei participarán el día 25 en la cumbre anual, que tendrá como escenario al puerto filipino de Subic Bay.
El interés latinoamericano por la vasta cuenca del Pacífico y en particular por las economías asiáticas se evidencia en los actuales movimientos diplomáticos de Frei y Zedillo y del presidente de Perú, Alberto Fujimori.
Zedillo inició este miércoles una gira con una primera escala en China, que se prolongará luego a Filipinas, para asistir a la cumbre de APEC, y continuará en Singapur y Corea del Sur, donde finalizará su periplo el 1 de diciembre.
Frei llegará este jueves a Singapur, luego de una fructífera visita a Canadá, miembro también de APEC, donde suscribió un acuerdo bilateral de libre comercio, y el sábado estará en Filipinas para cumplir gestiones previas a la cumbre del lunes.
Fujimori está culminando en Malasia una gira asiática, que incluyó igualmente a Japón, Filipinas y Tailandia, países que comprometieron su voto favorable para el ingreso peruano a APEC en la cita de Subic Bay.
La misma expectativa tiene Colombia, luego de que el gobierno de Ernesto Samper presentara a comienzos de este año la solicitud formal de incorporación a ese foro, que exige el consenso de los 18 miembros.
La probable admisión de Perú y Colombia, tras el ingreso de Chile en 1994, fortalecería una presencia sudamericana que en el futuro podría ampliarse con Ecuador y Bolivia, cuyos gobiernos tienen igualmente a APEC en sus estrategias de integración.
Con sus 180.515.000 kilómetros cuadrados, que representan 49 por ciento de la superficie marítima del planeta, el océano Pacífico se proyecta como el gran espacio económico del próximo milenio.
APEC, nacido en 1989 en Canberra, Australia, como un foro de consulta, es hoy por hoy un heterogéneo conglomerado de 18 economías que tienen como meta común la creación de un área de libre comercio entre los años 2010 y 2020.
En este futuro megamercado se gesta actualmente entre 40 y 45 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial, viven 2.100 millones de personas, y casi todas sus economías muestran inflación de un dígito y tasa de ahoro de 35 por ciento del PIB.
Entre sus 18 miembros hay tres del exclusivo Grupo de los Siete paíse de mayor desarrollo industrial (G-7): Japón, Estados Unidos y Canadá. También se cuentan los "tigres" asiáticos Corea del Sur, Singapur, Taiwán y Hong-Kong.
Están igualmente los llamados tigres potenciales -Tailandia, Malasia, Indonesia y Filipinas-, que junto a China, la economía de mayor crecimiento en el mundo, y Brunei, completan la presencia asiática.
La lista de integrantes se completa con Australia, Nueva Zelandia y Papúa Nueva Guinea, tres naciones de Oceanía, y con México y Chile.
La influencia de APEC sobre los bloques mundiales no sólo alcanza al G-7, ya que engloba también al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), conformado por Canadá, Estados Unidos y México.
En el área de influencia está así mismo la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia, conformada por siete países, y ahora, con Chile, se abre una puerta hacia el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Frei promoverá en Subic Bay el proyecto de su país de constituirse en centro de servicios e inversiones de APEC hacia el Mercosur, el bloque creado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, al cual Chile está asociado desde octubre de este año.
En aras de este objetivo, Chile está dispuesto a aplicar el arancel cero para los socios de APEC desde el 2010, fecha prevista para las economías más industrializadas del foro, en lugar de acogerse al plazo del 2020 fijado a los países en desarrollo.
Ricardo Lagos, del departamento Asia-Pacífico de la cancillería chilena, señaló que el país puede cumplir hacia América del Sur un papel similar al que desempeñan en Asia, como economías de servicios, Hong-Kong y Singapur.
Perú tiene con respecto a APEC metas parecidas a las de Chile, en tanto aspira a ser puente entre Asia-Pacífico y Brasil a través de los coredores carreteros bioceánicos previstos en los planes de integración física.
"Perú ya está peparado para ingresar a APEC. Hemos trabajado arduamente en la apertura de nuestra economía y podemos exhibir como un éxito la estabilidad monetaria y la pacificación", proclamó Fujimori en Manila.
La adhesión de Perú y Colombia al foro de Asia y el Pacífico significarían también tender un puente entre APEC y la Comunidad Andina, conformada además por Bolivia, Ecuador y Venezuela.
Pío García, viceministro para Asia-Pacífico y Oceanía de Colombia, señaló que la solicitud de ingreso a APEC "hace parte de la política (colombiana) de diversificar sus relaciones y balancearlas ate los dierentes frentes de poder".
El ingreso de Perú al foro en esta cumbre parece más probable, ya que las decisiones se toman por consenso y Colombia enfrenta un virtual veto de Estados Unidos, en conflicto con Samper por la lucha contra el narcotráfico.
México, que se incorporó a APEC en diciembre de 1993, busca aquí la diversificación de su comercio, ya que su intercambio global, estimado en 82.000 millones de dólares al año, se concentra en 79.000 millones en Estados Unidos y Canadá.
El panorama no es muy diferente para Perú, que en 1995 tuvo un intercambio total de 13.260 millones de dólares, con sólo 1.690 millones de comercio con los socios de APEC excluyendo a Canadá, Chile, Estados Unidos y México.
Colombia, también en 1995, mostró un comercio más diversificado, ya que de un total de 23.563 millones de dólares, correspondieron 8.700 millones a su intercambio con Estados Unidos, pero sus vínculos con Asia-Pacífico son débiles, destacándose un comercio de 1.400 millones con Japón.
Los japoneses son, en cambio, grandes socios comerciales de Chile, con 3.920 millones de dólares el año pasado, en un intercambio global chileno de 31.795 millones, en que Estados Unidos participó a su vez con 6.168 millones.
En teoría, APEC no es sólo un frente comercial, y el mexicano Sergio González, subsecretario de Asuntos Multilaterales de la cancillería, lo define como un foro de "unilateralismo concertado", donde también debe estar presente la cooperación bilateral.
En esta misma perspectiva, y de acuerdo con su propuesta de regionalismo abierto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) planteó ya en 1992 que la región debe relacionarse con el Asia-Pacífico no sólo en aras del comercio, sino también de la integración productiva.
Para Cepal, los latinoamericanos podrían aprender mucho de las estrategias de desarrollo industrial con valor agregado tecnológico, así como de promoción de la pequeña y mediana empresa, de los tradicionales y nuevos tigres asiáticos.
Pero en la cumbre de Filipinas los líderes de APEC hablarán poco de cooperación, ya que tendrán su agenda colmada de temas comerciales, y por las decisiones relativas a los 11 estados que quieren ingresar al foro, entre los cuales, además de Perú y Colombia, se destacan Rusia, India y Vietnam. (FIN/IPS/ggr/ff/ip- if/96