Las expresiones culturales conjuntas comenzaron a abrirse paso en el Mercosur. Aunque los problemas comerciales y arancelarios continúan dominando en el proceso de integración, el arte comunitario cobra vigor y empiezan a ocupar su lugar.
A reuniones de escritores y artesanos organizados en los cuatro países del Cono Sur de América se suma ahora la conjunción en el cine a través de una coproducción de Argentina, Brasil y Uruguay, tres de los cuatro países que junto con Paraguay conforman el Mercado Común del Sur.
"Luna de octubre", la película en gestación, se desarrolla en los primeros meses de 1924, poco después de un movimiento revolucionario en Brasil que el año anterior había generado un fuerte impacto en el estado de Río Grande del Sur, limítrofe con Uruguay.
El actor brasileño Marcos Winter interpreta a un luchador de esa revolución que al finalizar la pelea se radica en un apartado paraje de la frontera uruguaya. Allí se relaciona con un jefe político interpretado por el actor argentino Alberto de Mendoza.
Winter, un ascendente actor que se viene abriendo camino en la pujante producción de culebrones televisivos de su país, y de Mendoza, un veterano de 70 años, con experiencias en Estados Unidos y España, confronta la calidad interpretativa de dos generaciones, según los críticos.
El trío de los principales actores se complementa con la uruguaya China Zorrilla y todos usan como base un guión del también uruguayo Mario Arregui.
Zorrilla, tambien septuagenaria, se encuentra en la cúspide de su carrera que desarrolló en cine, teatro y televisión en Argentina y Uruguay.
El director es el brasileño Henrique de Freitas Lima, quien alabó el texto de Arregui que "tiene un lenguaje cinematográfico por excelencia y conduce a un resultado final que será insuperable, por lo menos, en lo que se refiere a la dinámica narrativa".
En el caso de Uruguay la producción es atípica, porque este país, a diferencia de Argentina y Brasil, carece de una industria cinematográfica profesional, pese a que este año se festejaron 100 años de la primera filmación.
Sin embargo el paisaje uruguayo ha servido habitualmente de telón de fondo para múltiples producciones de Argentina, cuya capital se encuentra a escasos 20 minutos de avión de Montevideo.
Según los productores, "Luna de octubre" es una película de aventuras, con escenas épicas, cuya línea argumental cambia del enfrentamiento en la guerra a la puja de fuertes pasiones y ambiciones humanas.
Los fondos para la producción, que oscilan en dos millones de dólares, provienen de Brasil, y se lograron con el respaldo de una ley de 1993 que estableció una serie de mecanismos legales que facilitan la inversión privada.
Ese aporte privado puede deducirse del impuesto a la renta, dijo la productora de "Luna de octubre", María Angela Grando.
El éxito parece seguro pese a que el estreno se producirá en agosto de 1997. La empresa que promueve la película ya ha comercializado la mitad del paquete accionario.
El centro de la filmación son las ciudades fronterizas de Livramento (Brasil) y Rivera (Uruguay), 500 kilómetros al norte de Montevideo.
En esa particular fontera, delineada apenas por una calle que poco dice al extranjero, los habitantes de ambos lados suelen expresarse con un mezcala de español y portugués que el lenguaje popular bautizó como "portuñol".
Un lenguaje similar es el que utilizan los actores con el propósito de rescatar la cultura gauchesca de la zona, pero también una serie de códigos de comunicación que no se repiten en ninguna otra parte de Brasil o de Uruguay.
En la elección del lugar también incidió la belleza geográfica de la zona, la abundancia de antiguos cascos de estancia, y la luz, que durante todo el año es propicia para las filmaciones, dijo Grando. (FIN/IPS/rr/jc/cr/96
