Mira Nair, distinguida directora de cine en India, se decidió a enfrentar lo que considera hipocresía propia de las sociedades del sur de Asia, introduciendo al espectador en el mundo de la sexualidad femenina con su nuevo film titulado "Kama Sutra, una historia de amor".
Después de haber realizado un repertorio de películas que incluyen títulos tales como "Salaam Bombay!" y "Mississippi Masala", Nair ofrece ahora al público un enfoque femenino sobre el deseo de una mujer.
"Pensé que era necesario hacer una película sobre la sexualidad femenina -en momentos en que ese factor está totalmente integrado en la vida diaria de India-, tratándolo como un aprendizaje, un arte que contiene una filosofía propia".
La realizadora explicó además que otra motivación para hacer este film -lanzado en Estados Unidos por el sello Trimark Pictures- fue "la perversidad y el espíritu malsano con que la mujer es tratada en el cine indio".
La mayoría de las películas indias, en un esfuerzo por evitar contactos sensuales directos entre los personajes, encubren la sexualidad en escenas de violación y violencia contra la mujer, lo cual, según Nair, hace que esos productos sean "incluso más perniciosos".
Su nueva película, inspirada en aquella obra del siglo III que se ha convertido en manual para hacer el amor con espiritualidad, no se limita a enfrentar la actitud del actual cine indio sino que, de forma general, arremete contra la mentalidad con que se trata a la mujer en India y el papel que la sociedad le reserva.
En muchas regiones de India, la mujer todavía es vista como la esclava, primero de su padre y después de su marido.
La mujer en la sociedad india gana admiración por la lealtad a su marido, y el hombre es respetado por la forma en que controla a su esposa e hijas. En medio de una cultura donde un hijo varón es signo de suerte, y una hija lo contrario, el film abre el mundo de las mujeres como esclavas reprimidas.
"Lo que esta película ha logrado es mostrar que las mujeres no carecen de poder en nuestras sociedades", comentó Tania Rahmatullah, estudiante de Bangladesh que vio el film en Nueva York.
"Con el poder de su sexualidad, una mujer puede ejercer una gran influencia. Resulta irónico que India -un país que ve a sus mujeres como criaturas asexuadas, donde se fruñe el ceño ante la mención de la cópula y de ideas sexuales- sea la cuna de Kama Sutra, la guía de los "amantes" en todo el mundo.
Todos los límites son quebrantados en la película de Nair, donde nada que pudiera ser sagrado permanece como tal.
Desde las numerosas escenas de desnudos hasta los actos y pensamientos del personaje principal, Maya (interpretada por Indira Varma), el film rompe todas las reglas tradicionales referidas a lo que en India es considerado decente.
"El amor es exhibido en todas sus múltiples facetas: erótico, pasional, manipulador, no correspondido, retorcido, obsesivo y eterno", explicó Nair.
"Es absurdo que una joven no pueda buscar a un hombre, mientras se supone que deberá dormir con su marido, el cual en muchos aspectos puede ser un extraño para la mujer", dijo Rahmatullah.
Es común en Asia meridional que una mujer y un hombre, a causa de los matrimonios arreglados, se vean por primera vez ya como esposos. El marido tiene autoridad para hacer lo que quiera, lo cual deja a la mujer "destruida y atontada", según la estudiante de Bangladesh.
A pesar de que los diálogos de "Kama Sutra, una historia de amor" podían haber sido mejor trabajados, se trata de un film hermoso de ver por su renovadora perspectiva de la sexualidad en Asia meridional.
Ambientada en un reino indio del siglo XVI, la película ilustra en profundidad en qué medida la cultura india de hoy en día continúa bajo la influencia del pasado. (FIN/IPS/tra-en/mmm/hvdb/arl/cr/96
