Entre 1991 y 1995, grandes empresas españolas invirtieron en Argentina 5.500 millones de dólares, crearon más de 31.000 puestos de trabajo y prometieron invertir otros 6.000 millones hasta 2000. Con esta ola como vanguardia, ahora llega el turno de las pequeñas y medianas empresas.
Así lo anunció el ministro de Industria de España, Josep Piqué, en el seminario "Invertir en Argentina", realizado este martes con la presencia de un centenar de empresarios radicados en este país desde que comenzó el proceso de privatización impulsado por el gobierno del presidente Carlos Menem en 1990.
Piqué destacó que el sector público debe ejercer un "tutelaje" a través del crédito a las pequeñas y medianas empresas, y centralizar la información sobre oportunidades de inversión externa, a fin de que las empresas chicas no se aventuren con proyectos de altos costos y altos riesgos.
Este aparente repliegue del sector público a un papel de tutor coincidió con el anuncio posterior de Piqué acerca de la decisión de España de vender la mayoría de las acciones que la empresa estatal de aviación Iberia posee en las companías aéreas de América Latina, entre ellas Aerolíneas Argentinas.
Piqué explicó que la decisión fue resultado de las condiciones que fijó la Unión Europea para que el gobierno español continúe respaldando financieramente a Iberia.
Durante el encuentro, el presidente de la Cámara Española de Comercio de Argentina, Francisco Badía, destacó que las empresas españolas que se instalaron en este país -telecomunicaciones, gas, energía eléctrica, aviación, agua potable- marcaron un rumbo que incentivó a decenas de otras compañias a seguirlas.
El presidente del Círculo de Economía de Barcelona, Carlos Tusquets, puso de manifiesto la importancia que está teniendo el proceso de expansión española en América Latina con un ejemplo: el círculo inauguró este año un posgrado en América Latina para profesionales que sean requeridos por las empresas.
"Es un muy buen momento para impulsar inversiones españolas en el Mercosur, y sobre todo ahora que es el turno de una segunda ola, la de las pequeñas y medianas empresas con gran capacidad de crecimiento pero menor capacidad para tomar riesgos", dijo.
Piqué, por su parte, consideró que las pequeñas y medianas empresas podrían servir como llave para el ingreso a América Latina de numerosas empresas del sudeste asiático que tienen "un interés extraordinario" de asociarse con España para invertir en esta región. (FIN/IPS/mv/ag/if/96
