La Iglesia Católica de Uruguay consultará a las conferencias episcopales de América Latina para diseñar una estrategia común destinada a enfrentar la expansión religiosa de la llamada secta Moon.
La Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU), que se dispone a tomar esa medida, tomará posición oficial "en torno de la fuerte proyección de la secta" en el área latinoamericana, anunció un portavoz de la conferencia.
La iniciativa relativa a la región surgió esta semana, luego de que mujeres de América Latina y el Caribe fueran convocadas a Montevideo por la Iglesia de la Unificación, del religioso surcoreano Sun Myung Moon "mediante engaños, y sometidas a presiones", dijo a IPS Eduardo Romero, secretario de prensa de la CEU.
Romero declaró que que las mujeres fueron invitadas a un seminario sobre la familia y la paz que "terminó en un intento de adoctrinamiento".
Católicas participantes en la conferencia, que "expresaron rechazo y fueron expulsadas, pidieron que hiciéramos público el hecho luego de que abandonaran el país", agregó.
Moon asegura que Jesucristo se le apareció en 1936, encomendándole terminar en la Tierra la misión que no había concluído.
En 1978, el grupo fue investigado por una comisión del Congreso de Estados Unidos como "una organización política con un programa muy activo", y en 1984, Moon fue condenado en ese país por evasión fiscal y estuvo 16 meses detenido.
La organización de Moon comenzó su actividad en Uruguay en 1980, cuando este país estaba gobernado por una dictadura militar, y hoy es uno de los cinco principales grupos económicos locales.
Actualmente es propietario de un periódico, del hotel Victoria Plaza, el mayor del país, y posee un banco, una agencia naviera y negocios agropecuarios, y administra una empresa de créditos y un varadero.
Entre el martes y este miércoles llegaron a Montevideo 4.200 misioneras, procedentes la mayoría de Japón, que serán formadas por líderes del grupo. Luego serán trasladadas a diferentes puntos de América Latina, el Caribe, Estados Unidos y Canadá para predicar la doctrina de Moon.
El diario El Observador, vinculado al Opus Dei, elogió en su página editorial la reacción de la Iglesia Católica ante el avance del grupo de Moon.
"Seguramente Sun Myung Moon ha oído hablar de Cervantes. Si además lo leyó, debe estar recordando aquella frase de Don Quijote a Sancho: 'Con la iglesia hemos topado", dice el matutuino.
El brazo político de Moon es Causa Internacional, una organización que nuclea a gobernantes, empresarios y dirigentes políticos.
Raymond Mas, portavoz del grupo comentó a IPS el rechazo de la Iglesia Católica como un "hecho más", y destacó que Moon tiene los mismos motivos que el Papa Juan Pablo II "para oponerse al marxismo".
Por su parte, el obispo uruguayo Victor Gil advirtió que "ningún católico en su sano juicio debe adherirse a una secta macabra como ésta". Según Gil, la "fachada anticomunista de Causa ha servido para justificar su presencia".
Los dardos de Gil apuntaron a Rafael Addiego, ex ministro de la Corte Suprema de Justicia de Uruguay y actual presidente de la sociedad que administra el hotel Victoria Plaza y de la Federación para Salvar a la Nueva Nación.
Addiego, un católico practicante que encabezó organizaciones sociales de la Iglesica Católica en Uruguay, dijo que su presencia en ambas organizaciones no es religiosa, sino laica.
Como presidente de la Corte Suprema de Justicia, Addiego se hizo cargo de modo interino en marzo de 1995 de la Presidencia del país para facilitar el tránsito entre los regímenes militar y democrático.
La Federación para Salvar a la Nueva Nación fue creada "para la defensa y el resurgimiento de los valores éticos y espirituales de cada nación. Si advierto alguna fricción entre esos principios y mi credo (católico), sé cuál es el camino que voy a tomar", dijo Addiego a IPS. (FIN/rr/ff/cr ip/96
