Los siete países latinoamericanos que integran la región andina deben adoptar estrategias equilibradas de desarrollo económico, para proteger a los pueblos nativos y los recursos de esa área montañosa, indicó un nuevo informe.
El informe, titulado "Amanecer en los Andes", fue producido por los 17 miembros de la Comisión para el Desarrollo y el Ambiente de América Latina y el Caribe, y urgió la protección de los recursos naturales andinos, así como de sus poblaciones indígenas.
"Un desarrollo sostenible no tendrá posibilidades si las dos formas de desarrollo que existen actualmente en la región siguen siendo conflictivas una con la otra", expresó el informe.
Los autores arguyeron que, por una parte, está la explotación tradicional de recursos naturales de los pueblos nativos y, por la otra, se encuentra la vida urbana moderna que "se expande con fuerza aplastante en las zonas rurales".
"Esas dos posturas deben ser reconciliadas", declaró Augusto Ramírez Ocampo, coautor del informe y ex funcionario del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual, junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), patrocinó el estudio.
"El modelo de desarrollo del Norte es de opulencia y despilfarro, en el cual es imposible sostener un desarrollo con futuro", expresó Ramírez cuando presentó el lunes el informe.
Agregó que el modelo del Sur "es uno de pobreza que destruye el ambiente y afecta la protección del ecosistema". Lo que deben hacer las siete naciones andinas, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina, "es lograr un equilibrio entre los dos modelos", dijo.
El informe señaló que, mientras los gobiernos latinoamericanos están cortando el papel hegemónico del estado como parte de una tendencia global hacia la liberalización, la pobreza en los Andes seguirá requiriendo intervención oficial.
"En una gran parte de la región andina, el problema no consiste en una excesiva presencia del estado, sino en el hecho que es muy escasa", apuntó el informe.
Los autores urgieron a los gobiernos mejorar la formación en administración de recursos hídricos, preservar la biodiversidad y encarar aspectos vinculados a la tutela ecológica.
"No puede haber un intento serio de competir con los países desarrollados en su tratamiento de las cuestiones ambientales, sin comenzar a reforzar los sistemas administrativos de recursos naturales", sentenció.
Los detritos domésticos e industriales, las descargas de operaciones mineras y los residuos sólidos han creado en gran parte de la región "una situación de alto riesgo, la cual tambien actúa como un freno al desarrollo", afirmaron los autores.
"Ha llegado el momento de poner fin a las condiciones por las que se pierden anualmente millones de metros cúbicos de tierra fértil, destruyen bosques, empantanan recursos energéticos y contaminan el agua y el aire, todo lo cual resulta en el deterioro de patrimonios culturales y antiguas tradiciones", añadieron.
El informe tambien instó a los gobiernos coordinar sus programas con los grupos indígenas, que forman la mayor parte de los 104 millones de habitantes de la región. Un 90 por ciento de los ecuatorianos autóctonos viven en los Andes, como tambien el 60 de los nativos de Bolivia y el 40 de Perú.
La contribución más importante del informe, no obstante, es que aporta un panorama de los principales problemas de la región, con tiempo suficiente para ser discutidos en la próxima cumbre hemisférica sobre temas de desarrollo, que tendrá lugar entre el 7 y 8 de diciembre en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.
"Pretendemos presentar una realidad que no se conoce en forma correcta y tampoco es suficientemente apreciada", dijo otro coautor del informe, el ex presidente ecuatoriano Osvaldo Hurtado.
"Esos documentos contienen una gran parte de los conocimientos técnicos de la región", comentó Ricardo Zumbado, director regional para América Latina del PNUD. Indicó que entre los 17 miembros de la comisión hay varios ex jefes de estado, incluyendo Hurtado, Miguel de la Madrid, de México, y Oscar Arias, de Costa Rica.
Tambien forman parte del organismo la activista indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, quien como Arias fue distinguida con el Premio Nóbel de la Paz, y el escritor colombiano Gabriel Garcia Marquez, que recibió idéntico galardón en Literatura.
Los autores llamaron la atención sobre muchos problemas andinos además de su crónica situación de pobreza. Esa región es la más violenta de América Latina con un índice de 37,6 homidicios por cada 100.000 habitantes, dijeron.
Colombia, sacudida por el fenómeno del narcotráfico, tiene el mayor índice mundial con 77,5 homicios cada 100.000 habitantes, pero incluso países menos afectadas como Bolivia están sufriendo "un clima de violencia" ligado al tráfico de cocaína, dijo el informe.
Al mismo tiempo, los autores son optimistas que la entera región está atravesando un período de "consolidación de la democracia" desde que el ex dictador chileno, Augusto Pinochet, transfirió el poder a un gobierno electo, tras un referendum realizado en 1989. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/ego/en-dv).
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