Organizaciones no gubernamentales de Europa, América del Norte y América Latina pidieron hoy en Costa Rica a los países de la Unión Europea que mejore los controles para combatir el tráfico ilegal de los clorofluorocarbonos (CFC).
Steve Trent, de la Agencia de Investigación Ambiental, dijo que la importación ilegal está poniendo en peligro al Protocolo de Montreal, creado en 1987 para combatir las causas de la destrucción de la capa de ozono.
Según Trent, en Europa este ilegal comercio ha sido virtualmente ignorado en casi todos los países "y ahora amenaza la integridad del protocolo de Montreal y los logros alcanzados en los últimos 10 años".
Si el comercio ilegal de CFC crece en el mundo, el protocolo de Montreal dejará de ser el instrumento efectivo que ha sido hasta ahora para tomar medidas de protección para la capa de ozono, explicó.
Señaló que a diferencia de Estados Unidos, donde se registra una vigorosa caída en el comercio ilegal debido a los fuertes controles, en Europa éste crece y los precios se mantienen bajos porque hay un fuerte suministro.
"Mientras en Estados Unidos los precios de los CFC aumentaron desde la prohibición para producirlos y usarlos en 12 veces, en Europa sólo han crecido tres veces", dijo Trent, y agregó que esto significa que en Europa se consiguen fácilmente.
Según la Agencia de Investigación Ambiental, fuentes de la industria opinan que el año pasado más de 20 por ciento del total de CFC en uso en los países industrializados fue comprado en el mercado negro.
Se calcula que en Estados Unidos entran cada año ilegalmente alrededor de 10.000 toneladas, y conservadoramente se estima que en todo el mundo industrializado hay un comercio ilegal de 30.000 toneladas por año.
Aunque según el protocolo de Montreal los países industrializados debían dejar de producir CFC a finales de 1995, muchos de ellos adelantaron la fecha y establecieron un tipo de licencias de importación de esas sustancias para casos donde no se había encontrado sustituto.
En Estados Unidos, dependiendo del uso que se le quiera dar al CFC, la importación paga impuestos de hasta 75 por ciento con el fin de desestimular su uso.
Más de 30 organizaciones no gubernamentales (ONG) participan en la Cumbre de Ozono que comenzó en Costa Rica el martes y proseguirá hasta el día 28.
Las ONG, además de plantear el problema del comercio ilegal, pretenden influenciar a los gobiernos para que aceleren la fecha de eliminación de los CFC en los países del Sur en desarrollo, prevista para el 2010.
Aunque ese no es un punto en la agenda de las reuniones de San José, las ONG pretenden presionar para que esa decisión se adopte en una próxima reunión.
Para lograrlo, consideran indispensable que se llegue a un acuerdo satisfactorio en cuanto a los recursos que se le entregarán al Fondo Multilateral del protocolo que financia el cambio tecnológico.
Miguel Stutzin, de la organización Amigos de la Tierra, de Chile, dijo que la cifra prevista de casi 500 millones de dólares es un monto muy mínimo para la tarea.
A la vez, pretenden que se acelere el retiro del bromuro de metilo, un pesticida extremadamente tóxico que destruye la capa de ozono y cuya eliminación, en los países industrializados, está fijada para el 2010.
"Según estudios de Naciones Unidas, ya hay sustituto del metilbromuro en 90 por ciento de los casos, no vemos por qué no se pueda acelerar su eliminación", afirmó. (FIN/IPS/mso/jc/en/96