AMBIENTE: Nuevos recursos para defender la capa de ozono

Unos 800 delegados de todo el mundo discutirán del 19 al 28 de este mes en Costa Rica la nueva asignación de recursos para financiar políticas de control de sustancias agresoras de la capa de ozono y de reconversión de las industrias que las producen.

El encuentro, la Octava Conferencia de las Partes del Protocolo de Montreal y la cuarta del Convenio de Viena, contará entre sus asistentes a 157 ministros de Ambiente de igual número de países.

También concurrirán representantes de unas 300 empresas fabricantes de tecnologías innovadoras y de organizaciones no gubernamentales (ONG) interesadas en las medidas que se adopten para proteger el manto atmosférico de ozono.

La degradación del escudo de ozono tiene de resultado el aumento de la radiación solar ultravioleta sobre la Tierra, con la consiguiente amenaza para la salud humana, las cosechas y la vida marina microscópica.

El ministro de Ambiente de Costa Rica, René Castro, anunció que la negociación se concentrará en el reaprovisionamiento de recursos, es decir, las cuotas que aportará cada país al fondo multilateral del Protocolo de Montreal.

Ese organismo financia los programas de monitoreo del estado de la capa de ozono y de ejecución de políticas nacionales, e inclusive planes de reconversión industrial.

Ese es el caso de Costa Rica, donde el fondo financió la transformación de la empresa Atlas Eléctrica, que produce y distribuye electrodomésticos en toda América Central. La tarea tiene el propósito de abandonar el uso de sustancias que perjudican el ozono y concluirá a fin de este año o principios de 1997.

En materia agrícola, las delegaciones oficiales conocerán un primer informe sobre el daño que el bromuro de metilo provoca a la ozonósfera y se discutirá la posibilidad de reducir su empleo hasta la total eliminación.

De la misma forma se procederá con un informe técnico que recomienda elaborar un calendario de disminución y eliminación de productos nocivas para el ozono que, por ejemplo, se utilizan en medicina para combatir ataques de asma, indicó el viceministro de Ambiente, Marcos González.

El Convenio de Viena, de 1985, y el Protocolo de Montreal, de 1987, fueron la respuesta de los gobiernos y científicos del planeta al comprobado deterioro de la capa de ozono.

El adelgazamiento del manto de ozono fue descubierto y medido en 1980, como un hueco sobre la Antártida, y se produce de forma periódica. Hoy tiene un tamaño 200 veces mayor al de Costa Rica, un país de 51.000 kilómetros cuadrados de superficie.

Este fenómeno se atribuyó a los clorofluorocarbonos (CFC), sustancias químicas creadas en 1928 y consideradas entonces de utilidad incomparable para la industria y los consumidores e inocuas para los seres humanos y el ambiente.

A partir de 1950 su uso, originalmente como refrigerante, se extendió a un amplio arco industrial.

Su estructura estable, observada como su principal virtud, se convirtió en amenaza silenciosa contra el ambiente, porque debido a ella, la intensa radiación ultravioleta transforma los CFC y libera los agentes depredadores del ozono.

Castro señaló que el Protocolo de Montreal es uno de los acuerdos internacionales más dinámicos en materia de protección ambiental. Su creación fue acompañada de la decisión de disminuir 50 por ciento el consumo mundial de productos destructores del ozono para el 2000.

Pero en vista del constante adelgazamiento de la capa, los países ratificantes convinieron en 1988 que es necesario eliminar esas sustancias a partir del 2000.

Finalmente, en 1992, la Conferencia de las Partes, máximo órgano del Protocolo, decidió en Copenhague adelantar a 1995 la supresión de esos productos en los países del Norte industrial. Las naciones en desarrollo obtuvieron un período de gracia de 10 años, a contarse desde la fecha anterior.

Castro destacó que la elección de Costa Rica como sede de la conferencia supone un reconocimiento a este país por su esfuerzo en defensa del ambiente.

Al recpecto, el ministro señaló, como por ejemplo, que hace cuatro años fue prohibida en Costa Rica la incorporación a aerosoles y extintores de sustancias que agreden el ozono.

Agregó que la reunión de este mes cierra un año en que Costa Rica ha sido centro de encuentros en materia ambiental con presencia en total de 3.000 funcionarios y científicos. (FIN/IPS/mso/ff/en/96

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