Los pájaros exóticos se convirtieron en la nueva mercadería de contrabandistas que operan en Polonia y República Checa, muchos de los cuales están protegidos por un acuerdo internacional firmado por Praga y Varsovia.
Periquitos de Suriname y papagayos de la Amazonia, Asia y Africa y tortugas, lagartos y serpientes de Africa y el sudeste de Asia son detectados por las aduanas de Polonia y República Checa.
"Los grupos dedicados al contrabando encontraron una mina de oro que acompaña el tráfico ilegal de alfombras, tabaco, armas y subproductos del uranio", dijo Sylvia Dvorakova, especialista de los Jardines Zoológicos de Praga.
Los grupos ambientalistas checos Niños del Mundo y Círculo Verde condenaron el tráfico en una declaración al diario "Mlada Fronta Dnes", demandando "acción de parte del gobierno contra los cazadores y la depredación de varias especies protegidas por leyes internacionales".
República Checa firmó la Convención sobre Comercio Internacional de Especies en Peligro de Fauna y Flora Silvestre (CITES), que regula el comercio de unas 34.000 clases de animales y plantas mediante un sistema de permisos, y lo prohíbe totalmente para las especies amenazadas.
El tráfico de formas de vida silvestre vivas o muertas genera alrededor de 5.000 millones de dólares anuales en todo el mundo. La aduana alemana capturó más de 55.000 plantas y animales, una cifra tres veces mayor que en 1994.
El tráfico de animales se convirtió en la tercera fuente de ganancias para los traficantes de armas y drogas.
Los papagayos son parte esencial de este comercio, en una ruta que une las selvas de la Amazonia y los palacios del Golfo, con un nuevo eje para el tráfico en Europa central.
Especies raras de papagayos, vendidas por sólo 30 dólares en América Latina, pueden ser adquiridas por hasta 65.000 dólares por coleccionistas de Francia y Alemania.
Tony Silva, experto en aves exóticas, fue sentenciado a 82 meses de prisión el martes, por encabezar una red de contrabando de papagayos.
Una única partida de aves exóticas de la red fue evaluada en más de 1,3 millones de dólares. Incluía docenas de guacamayos jacintos, de los cuales se estima que no sobreviven más de 5.000 en las selvas brasileñas.
En febrero, una redada de la policía italiana capturó a siete italianos contrabandendo papagayos sudamericanos por un total de 6,25 millones de dólares.
El gobierno de República Checa evalúa actualmente su legislación, para determinar si cumple con los requisitos de CITES, aunque cuenta con una avanzada ley sobre protección de animales.
Lograr el cumplimiento de la ley, no obstante, es difícl, porque el comercio de algunos pájaros es legal, y se hacen necesarios conocimientos de ornitología para identificar a las especies protegidas.
El inspector de aduanas Vaclav Kolman dijo que su departamento interceptó 47 guacamayos de Suriname en ruta a Polonia, falsamente descriptos como especie legalmente importable, pero en realidad considerados "en peligro" por las reglas de CITES.
Las aves, cuyo valor de venta se estimó en 150.000 dólares, serían adquiridos por un jeque de Kuwait.
Los pájaros están ahora enjaulados en el zoológico de Praga, que inesperadamente se convirtió en hogar de una de las mayores colecciones de loros de la región. (FIN/IPS/tra-en/jk/rj/lp/en/96