Los tribunales de Estados Unidos rechazaron una demanda presentada por comunidades indígenas y agrarias de Ecuador a fin de obtener indemnización por daños al ambiente por la multinacional petrolera Texaco.
El juez federal de Nueva York Jed Radkoff desestimó una acción presentada por unas 30.000 personas habitantes de la selva amazónica de Ecuador por valor de 1.500 millones de dólares.
La demanda había sido presentada en noviembre de 1993 en Nueva York, donde la Texaco tiene sus oficinas centrales, en base a una "insensible desatención de la salud, el bienestar y la seguridad" de las poblaciones del lugar.
Los demandantes también habían acusado a la compañía de "mal uso en gran escala de desperdicios peligrosos e inadecuadamente tratados, y destrucción del ambiente de la selva húmeda tropical".
La Texaco extrajo 1.400 millones de barriles de petróleo de la selva amazónica de Ecuador durante 25 años, en un proyecto conjunto con la estatal PetroEcuador. Los estudios han demostrado que la empresa arrojó, en el curso de su explotación, 26.350 millones de litros de crudo a las aguas de los ríos.
No obstante, un fallo de seis páginas emitido por Rakoff la semana pasada no hizo lugar en tribunales de Estados Unidos a la demanda, basándose en particular en que no sería posible ejecutar ninguna orden judicial, y que el hacerlo sería "una invitación abierta a una debacle política internacional".
"Así como las partes discuten si la justicia de Ecuador puede dirimir adecuadamente su disputa, está patentemente claro que los tribunales de Estados Unidos no pueden", escribió Rakoff.
"Los tribunales estadounidenses tienen una jurisdicción limitada. A pesar de que su autoridad es decisiva dentro de esos límites, ella no incluye la potestad de juzgar las conductas en el resto del mundo".
El fallo fue criticado por Cristóbal Bonifaz, un abogado de Boston que representa a los demandantes ecuatorianos. "Es algo indignante, una decisión totalmente brutal", dijo Bonifaz a IPS.
El abogado informó que presentará de inmediato una apelación, y señaló que en el propio fallo se dice que el gobierno de Ecuador debería haber sido parte en el juicio, lo cual ofrece un camino para volver a presentar esta cuestión ante los tribunales.
También en Ecuador se han producido reacciones contrarias, en este caso por parte de Paulina Garzón, del grupo Acción Ecológica de Quito, quien informó que piensa pedir al gobierno ecuatoriano que se sume a la acción judicial.
"Los pueblos del Amazonas han sufrido las consecuencias tóxicas de la actitud de la Texaco ante el ambiente, que resulta racista", dijo Shannon Wright, del grupo ambientalista de San Francisco, Rainforest Action Network.
"Este fallo judicial confirma que la justicia para esa gente sólo podrá ser alcanzada a través de la movilización ciudadana en el mismo país", añadió la activista. (FIN/IPS/tra-en/pc/yjc/arl/en/96