Europa se prepara para el gran cambio que implicará la entrada en vigor de la Unión Económica y Monetaria en enero de 1999. Por ello, los ministros de Finanzas y los directores de los bancos centrales decidieron reintegrar la moneda italiana, la lira, al sistema monetario europeo.
La integración económica conlleva diferentes consecuencias. Para el turista será cómodo poder comprar con la nueva moneda, el euro, en toda la Unión Europea, pero los bancos, en cambio, temen algunas desventajas.
Hasta ahora, si algún cliente deseaba colocar bonos en marcos, debía hacerlo en Alemania, pero con la reforma se podrá colocar en euros en toda la Unión Europea, sin riesgo en cuanto a variaciones del cambio.
Esto significa que los bancos alemanes deben demostrar otras ventajas con respecto a sus colegas europeos para atraer clientela y se pre'vé que la competencia sea más dura.
En este sentido, la introducción del euro provocará la reducción del número de entidades y el aumento de las fusiones, según informó el Banco para Compensación de Pagos Internacionales (BIZ).
Pero no sólo entre los bancos habrá gran competencia, sino también en la colocación de acciones, es decir, entre las bolsas de valores europeas.
La bolsa de Londres, cuyo movimiento comercial es tres veces mayor que el de la alemana, acapara gran parte de las transacciones bursátiles y actualmente se llevan a cabo transacciones en marcos.
El fuerte de Francfort, la capital financiera alemana, es su estabilidad, pero no puede competir con la bolsa de valores de Londres.
Para algunos banqueros el establecimiento del Banco Central Europeo (ZEB) en esta ciudad a orillas del río Meno, le da un cierto aire de importancia.
Aunque, en la era de las comunicaciones por Internet, a este banco también se puede llegar por medio del computador y no se necesita tener una filial en Francfort.
Si Francfort realmente quiere establecerse como capital financiera europea y no quedarse sólo como asiento para el ZEB, debe reformar su bolsa de valores y el mercado de acciones.
Estos dos aspectos son de suma importancia para el miembro de la junta directiva del Deutsche Bank, Ulrich Weiss, porque se necesitan de estas reformas para entrar a competir a nivel internacional.
Pero si Londres insiste en no querer integrarse el 1 de enero de 1999, entonces mejorarán las posibilidades para Francfort de convertirse en la capital financiera de la Unión Europea.
Ernst Maul, miembro de la junta directiva del banco BfG, considera que un factor decisivo que impide el desarrollo de Francfort son las horas de trabajo.
"También en los institutos financieros alemanes debiera de trabajarse las 24 horas del día y los siete días de la semana", expresó Maul, en una propuesta que conlleva enfrentamientos con los sindicatos, que ya reclaman contra los recortes sociales que el gobierno está implantando.
El temor de los sindicatos radica en la eventual pérdida de los actuales beneficios sociales.
Por su parte, el gobierno federal alemán quiere que se apruebe pronto la tercera Ley de Fomento del Mercado Financiero, con la que se quiere dar nuevos impulsos al mercado bursátil.
También el Banco Central Alemán (Deutsche Bundesbank) cree que son necesarias reformas para mejorar la situación de Francfort como lugar de emplazamiento de bancos internacionales.
Los bancos exigen al gobierno que el 1 de enero de 1999 los empréstitos también se cambien a euro, para evitar que los bancos mismos tengan grandes costos.
Además el gobierno debe cambiar o eliminar la reserva mínima, que, según los bancos, sólo hace que los negocios se trasladen a Londres, un punto con el que el Banco Central Alemán no está de acuerdo, ya que teme tener problemas con la política financiera.
Los bancos alemanes exigen que sólo ellos puedan depositar sin intereses una parte del capital de sus clientes en el Deutsche Bundesbank.
En todo caso, aumentan los optimistas que creen que se cumplirá la fecha del 1 de enero de 1999 para la integración europea.
Por ahora, son seis los países que están en condiciones de iniciar la Unión Económica y Monetaria Europea: Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Luxemburgo y Holanda. (FIN/IPS/mr/ag/if/96