La delincuencia organizada aumentará 30 o 35 por ciento en Alemania hasta el 2000, por efecto de la "Unión Europea" del crimen denunciada originalmente por un alcalde de Sicilia, advirtió la Universidad de Muenster.
También se incrementará el fraude relacionado con las subvenciones de la Unión Europea (UE) y la corrupción en general, especialmente en las áreas de la construcción y de eliminación de basura y desechos peligrosos, y en las operaciones de la banca privada, de acuerdo con el informe de la universidad.
Friedrich Bohl, ministro-jefe de los asesores del jefe de gobierno Helmut Kohl, considera que Alemania es objetivo de una ofensiva general de la mafia internacional, que está encabezada sobre todo por traficantes de seres humanos y drogas.
Según Bohl, "la misión del Estado de proteger a los ciudadanos, y garantizar la seguridad interna será de la máxima prioridad y estará (en el futuro próximo) por delante de los demás problemas de nuestra sociedad".
Leoluca Orlanda, alcalde de Palermo, capital de Sicilia, afirmó hace cuatro años que "ya existe la Unión Europea del crimen. Lo que no existe aún es la Unión Europea contra el crimen".
Gerhard Wittkaemper y asistentes científicos encabezados por Andreas Kohl y Peter Krevert, responsables del estudio de la Universidad de Muenster, evaluaron entre 17.000 y 20.000 millones de dólares los daños ya causados en Alemania por la delincuenia organizada.
Sesenta por ciento de los delincuentes que operarán en Alemania en el 2000 serán extranjeros, pronosticó el informe, que fue solicitado por la Oficina Federal de Investigación Criminal.
Agregó que Europa será campo de actividad tanto de sindicatos del crimen organizados a nivel mundial como de mafias del mismo continente.
En el campo de la política, la delincuencia organizada afectará en primer lugar la actividad municipal y crecerá 30 por ciento en el área de la industria de ordenadores. El fraude común se incrementará hasta fin de siglo 25 por ciento y los robos, 15 por ciento, según el informe.
Los expertos de Muenster advirtieron que la valoración del dinero y el poder como metas positivas está muy difundida en la sociedad alemana. Entonces, la opinión pública no condenará claramente el fraude y la corrupción en el 2000, sino que los tolerará como un fenómeno social normal.
Para contrarrestar esas perspectivas sombrías, los especialistas proponen reformas a la legislación penal, aumentar la cantidad de agentes de policía, incluso con ciudadanos de nacionalidad extranjera, y proporcionar capacitación especial a los cuerpos de lucha contra la delincuencia organizada.
Bernd Schmidtbauer, coordinador de los servicios secretos en el gobierno federal, aseguró en junio que Alemania y Austria son cabezas de puente en Europa occidental de mafias rusas dedicadas a la extorsión de comerciantes, a la falsificación y lavado de dinero y al tráfico de drogas y armas, incluidas las nucleares.
Según Schmidtbauer, esas mafias "dominan" cada vez más la economía mundial y colaboran con terroristas y grupos de resistencia política.
Agregó que "están unidas" a los responsables de la política, la administración pública y las Fuerzas Armadas en Africa, América Latina, Asia y el antiguo bloque soviético.
Schmidtbauer aseguró que algunos países latinoamericanos ya están en situación "de dependencia del crimen organizado".
El funcionario dijo que los servicios de inteligencia de Alemania temen el surgimiento en las repúblicas ex soviéticas de Asia central de bandas de traficantes de opio y heroína semejantes a los carteles de la cocaína de América Latina.
En Bolivia, Colombia y Perú, países tradicionalmente productores de coca, continúa en aumento la producción de cocaína, pese a las campañas intrnacionales contra el narcotráfico, dijo Schmidtbauer. (FIN/IPS/rc/ff/ip/96