TRINIDAD Y TOBAGO: Proyecto de crear eje del comercio hemisférico

El primer ministro de Trinidad y Tobago, Arthur Robinson, concibe a este país como un gran cruce de caminos entre América del Norte y América del Sur, que sirva de puerta de entrada al comercio interregional.

Robinson intenta que esta república de islas gemelas en el sur del Caribe forje de sí misma una imagen futura de punto focal por el que atraviesen las líneas del transporte comercial que unirán a las dos mitades del hemisferio.

Situadas, en efecto, frente al extremo nororiental del continente sudamericano, y a dos horas de avión de la península de la Florida, estas islas disfrutan de una posición estratégica.

Para hacer efectiva esa ambiciosa idea, los funcionarios ya están examinando los problemas que se oponen a su concreción.

Por ejemplo, los agentes de aduana suelen quejarse de las demoras en obtener la liberación de mercancías a pesar de los intentos de la División de Aduanas y Recaudación, en colaboración con el Departamento de Aduanas de Estados Unidos, para acelerar los trámites.

El principal aeropuerto internacional -Piarco- necesita una urgente reforma y por el momento no puede admitir ningún aumento del tráfico aéreo. Lo mismo ocurre con los dos mayores puertos marítimos, cuyos costos son muy altos y padecen una ineficiencia endémica.

El ministro de Obras Públicas, Sadiq Baksh, confía sin embargo en que estos problemas sean superados tan pronto como el país haga conciencia de los beneficios de esta iniciativa.

También defiende una nueva forma de colaboración entre el Estado y el sector privado para desarrollar la capacidad del país en el manejo de cargas aéreas y marítimas.

"La autoridad portuaria transferirá a compañías privadas la responsabilidad de manipular las cargas, los servicios de ferry y las operaciones marinas", explicó Baksh.

Robinson afirmó que este enfoque es imprescindible si el país desea ponerse al día con las tendencias internacionales. "El desarrollo económico de la región depende, entre otras cosas, de la expansión del comercio. Esto subraya la necesidad de contar con una red de transportes regionales frecuentes y confiables".

"Las más recientes tendencias indican que el transporte aéreo y el marítimo son cada vez más interdependientes y flexibles en todo el mundo", señaló el primer ministro.

"Al adoptar medios intermodales de tráfico comercial, a través de un centro regional de cargas, Trinidad y Tobago, y el Caribe en su conjunto, pueden incrementar su importancia en el comercio mundial y en el crecimiento económico".

Al mismo tiempo, el gobierno se muestra consciente de la carencia de sistemas de transporte marítimo y aéreo en la región.

Un intento de la Comunidad del Caribe (Caricom), que integran 14 países de la región, para establecer un sistema de transporte marítimo regional bajo el nombre de Corporación Marítima de las Indias Occidentales, quebró en 1992 con una deuda superior a 20 millones de dólares.

Los países caribeños revivieron en 1993 la idea de crear una única compañía aérea regional, en vista de la desastrosa situación financiera de varias de las líneas nacionales.

Los gobiernos resolvieron entonces vender la mayoría de las acciones que poseían en sus respectivas compañías nacionales y retener sólo lo necesario para tener presencia en la nueva entidad regional. Pero tres años más tarde, este plan sigue sin concretarse.

Existen nueve empresas aéreas en la región: Air Jamaica, ALM Antillean Airlines, Air Aruba, Bahamasair, BWIA International, Cayman Airways, LIAT, Suriname Airways y Guyana Airways.

Los Estados que poseen acciones en esas compañías son Antigua, Aruba, Bahamas, Bonaire, Islas Caimán, Curaçao, Dominica, Grenada, Guyana, Jamaica, Montserrat, St.Kitts/Nevis, Santa Lucía, St. Martin, St. Vincent, Suriname y Trinidad y Tobago. (FIN/IPS/tra-en/wg/cb/arl/if/96

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