El gigante mundial General Motors fue derrotado por una huelga de tres semanas contra la inseguridad laboral, emprendida por unos 26.000 trabajadores de la industria automotriz de Canadá.
El sindicato de los empleados en la industria, Canadian Auto Workers (CAW), se impuso sobre "las elites económicas de Canadá y Estados Unidos" que predican a los trabajadores la inexistencia de una alternativa a la inseguridad, sostuvo el presidente de la asociación, Buzz Hargrove.
"En esta huelga la gente demostró, mediante sus palabras y acciones, que las cosas pueden cambiar", escribió Hargrove en un boletín sindical.
Casi 90 por ciento de los miembros del CAW votaron el jueves a favor de un contrato con GM Canadá, la cual poco antes de la huelga había anunciado ganancias sin precedentes de 1.040 millones de dólares.
El contrato restringe la contratación de trabajo no sindicalizado, eleva 10 por ciento los salarios, incluyendo el costo de vida, y prohíbe las horas extra.
El CAW representa a trabajadores de varias plantas de GM en Ontario y Quebec.
La demanda de GM de mayor flexibilidad y la contratación de abastecedores que no pertenecen a sindicatos fue el tema central del conflicto, que paralizó líneas de ensamblado y plantas en toda América del Norte.
Líderes empesariales habían presionado a los trabajadores sobre la inevitabilidad de ese tipo de contratación en tiempos de competencia mundial.
Pero GM retrocedió y aceptó que cada puesto de trabajo perdido a causa de la contratación sea reemplazado por otro para mantener los niveles existentes de empleo en GM Canadá, durante los tres años previstos por el pacto.
El sindicato, a cambio, acordó no oponerse a la venta de dos plantas de partes de Ontario, aunque GM brindará cierta proteción a los 3.500 trabajadores afectados, incluyendo garantías de que recibirán el mismo nivel de salarios y beneficios de los nuevos propietarios al menos durante tres años.
La disposición de GM a abandonar su insistencia en las horas extra fue "muy significativa", dijo Charlotte Yates, experta en relaciones laborales de la Universidad McMaster, en Ontario.
El acuerdo con GM Canadá es el segundo con un fabricante de automóviles en que el CAW logra negociar disposiciones de mucho valor para los trabajadores, y se alcanzó en momentos en que el gobierno provincial estudia la reducción de la protección legal a los obreros.
Los logros del sindicato canadiense podrían impulsar las negociaciones laborales en Estados Unidos y Australia, donde los trabajadores enfrentan demandas similares de GM, destacó Yates.
Los fabricantes integrados verticalmente como GM son vulnerables a las huelgas, y esa fue una de las razones por la cual la compañía acordó poner fin al conflicto, señaló Kumar. (FIN/IPS/tra-en/pw/lp/lb/96