El Comité de Madres de Soldados de Rusia, ganador del Premio Nobel Alternativo, lleva adelante una lucha contra la guerra en Chechenia desde 1989, en una campaña que logró varias reformas de las duras condiciones del ejército ruso.
El comité compartirá el premio con el grupo indio de desarrollo Kerala Sastra Sahithya Parishat y el homeópata alemán George Vithoulkas, según anunció este miércoles Jakob von Uexkull, de la Fundación Premio a Una Vida Ejemplar, con sede en Estocolmo.
El grupo de madres fue nominado para el Premio Nobel de la Paz a propuesta de la Oficina Internacional de la Paz y el grupo Parlamentarias Alemanas.
Unas 300 mujeres se juntaron en 1989 para protestar por el servicio militar obligatorio para sus hijos, presionando por el regreso de unos 180.000 jóvenes de diversos frentes de batalla.
Cuando la guerra se desató en Chechenia, en noviembre de 1994, el foco del trabajo del comité se centró en la firme oposición a la guerra en la república separatista, con la organización de manifestaciones regulares.
"Nuestra oficina comenzó a llenarse de gente que se ofrecía a ayudar", recordó Valentina Melnikova, vocera de Madres por la Paz, y señaló que actualmente el grupo recibe "entre 20 y 100 llamadas telefónicas diarias, y casi 200 cartas".
Cientos de madres fueron a Chechenia para retirar a sus hijos del campo de batalla. Algunas negociaron directamente con el ejército checheno para asegurar la liberación de sus hijos prisioneros de guerra.
En marzo, el comité organizó la famosa Marcha de la Compasión de las Madres, desde Moscú a Grozny, la cual fue detenida por el ejército ruso antes de llegar a la capital chechena, aunque algunas madres rusas lograron reunirse con madres chechenas para deplorar la pérdida de vidas.
El ejército ruso tiene fama de tratar duramente a sus reclutas, quienes sufren abusos, humillaciones, y con frecuencia son mal alimentados.
La campaña del comité se extendió a la reforma del ejército, incluyendo el derecho de los potenciales recultas a un servicio alternativo, el cual fue otorgado bajo los términos de una ley aprobada en 1992.
En 1990, los batallones de construcción habían sido desmovilizados por un decreto del entonces presidente Mijaíl Gorvachov. El comité de madres instaló un Centro de Rehabilitación para soldados que dejaron el ejército por motivos de salud.
Sus actividades se expandieron para incluir la organización de educación en derechos humanos para reclutas y sus padres, y ayuda legal en presentación de quejas al ejército.
El grupo de mujeres no recibe respaldo alguno del gobierno de Rusia. "Existimos gracias a generosas donaciones de países como Noruega, Suiza y Alemania, y de organizaciones no gubernamentales", dijo Melnikova.
El equipamiento de la oficina, consistente en computadoras, una máquina de fax y una fotocopiadora, fue donado por empresas occidentales basadas en Moscú. El alquiler es pagado por la embajada de Suiza.
A fines de agosto, Alexander Lebed, asesor de seguridad del presidente ruso, Boris Yeltsin, cerró un acuerdo de paz con Chechenia que aún se mantiene, a pesar de incidentes menores.
Pero esto no significó el fin de la tarea de las Madres por la Paz, quienes destacan que "aún tenemos miles de soldados desaparecidos que encontrar", y alertan sobre los opositores de Lebed favorables a la continuación de la guerra.
Según cifras oficiales rusas, la guerra mató entre 40.000 y 80.000 chechenos, pero la agencia de noticias chechena afirma que murieron unos 100.000 civiles, número equivalente a 10 por ciento de la población de la república.
Según la misma fuente, unos 25.000 soldados rusos murieron durante la guerra, una cifra 10 veces mayor que la versión oficial rusa.
El Premio a una Vida Ejemplar, también conocido como el Premio Nobel Alternativo, ayudará al comité a continuar su trabajo.
"El Estado ruso nunca nos ayudó de ninguna forma, y no está interesado en nuestro trabajo, ni en el de otra ONG que se dedique al tema", señaló Melnikova, y sostuvo que la falta de interés del pueblo ruso por la guerra en Chechenia se debe a la dura situación económica y la preocupación de la gente por sobrevivir día a día". (FIN/IPS/tra-en/mpl/fn/lp/hd-ip/96