RUSIA: Histórica huelga en centrales nucleares amenaza extenderse

Una histórica huelga estalló hoy en dos plantas nucleares en Rusia, en reclamo por el pago de salarios atrasados, y con la amenaza de unirse a la medida de trabajadores de otras centrales en todo el país.

La huelga es total, y aunque se produjo en dos de las nueve centrales de Rusia, no tenía precedentes en la industria nuclear del país, la cual ya fue afectada por varios paros parciales. Las leyes rusas prohíben la medida de huelga al personal de centrales nucleares.

Según la empresa estatal de energía nuclear, Rosenergoatom, las plantas de Smolensk y Kalinin detuvieron todas las operaciones no directamente relacionadas a la seguridad, sin cerrar los reactores.

Smolensk tiene tres reactores RBMK, del tipo de los de Chernobyl, y Kalinin dos reactores presurizados 1000 MW VVER.

Ambas plantas mantuvieron el abstecimiento de energía pese a que los clientes no pagan sus deudas de consumo, y trabajan en condiciones precarias en base al trueque.

La situación no brinda dinero en efectivo para pagar salarios, y la paciencia de los trabajadores se agotó, dijo Vladimir Kashkin, presidente del sindicato de trabajadores industriales.

Los trabajadores demandan el pago inmediato de salarios debidos desde junio en Smolensk y julio en Kalinin. Los operadores de Smolensk demandan pagos desde el 15 de noviembre.

Varias protestas y huelgas parciales se realizaron en toda Rusia antes del paro total de este lunes en Smolensk y Kalinin.

Unos 400 manifestantes de la central nuclear de Bilibino en Cjukotka, en huelga parcial desde hace varias semanas, demandan ahora la evacuación inmediata del noreste de la región ártica, donde se deben salarios y las autoridades centrales no lograron distribuir alimentos.

Los salarios no se pagan en la planta desde hace seis meses. La deuda de unos 18,2 millones de dólares se generó con la planta por concepto de energía entregada a viviendas y consumidores industriales en Chukotka.

Los clientes de la planta, en especial comunidades de buscadores de oro, no pueden pagar porque tampoco han recibido sus salarios. Kashkin afirma que todos los departamentos de la planta estuvieron involucrados en la huelga, además de los trabajadores de la sección de reactores y turbinas.

Kashkin dijo que toda la industria de generación de energía nuclear está en crisis en Rusia, en gran medida debido al dinero que se le debe. La deuda total a las estaciones generadoras y a la compañía Rosenergoatom asciende actualmente a 1.130 millones de dólares.

Mientras tanto, los sueldos adeudados suman más de 23,6 millones de dólares.

El Sistema Unificado de Energía de Rusia pagó menos de la mitad de la cantidad que le debían a sus trabajadores entre mayo y junio, y para ello los sindicatos debieron estacionar piquetes.

Los trabajadores de las centrales de Kursk, Kola y Novovoronezh también amenazaron con una huelga total. La paralización de la planta de San Petersburgo concluyó en agosto cuando la planta obtuvo un préstamo especial del Ministerio de Energía Nuclear para pagar los salarios adeudados.

El sindicalista Vladimir Starstsev alertó a mediados de agosto que "una situación extremadamente tensa y peligrosa" se estaba originando en las crecientes deudas de salarios.

El sindicato mantuvo al tanto de la situación al primer ministro Viktor Chernomyrdin y al hasta la semana pasada secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Alexander Lebed, agregó Starstsev.

El jefe del servicio nacional de inspecciones en plantas nucleares, Yuri Vishnevskiy, advirtió que la crisis financiera está perjudicando la seguridad.

"Las deudas han impedido las operaciones de mantenimiento y reparación necesarias para garantizar la seguridad de las plantas", sostuvo Vishnevskiy.

De todos modos, el funcionario afirmó que la seguridad de las centrales nucleares rusas permanece en un nivel alto, e insistió que su oficina las clausuraría en caso de cualquier "descenso irregular", así sea originado por las huelgas.

Pero el propio servicio de inspección afronta dificultades financieras que le impiden trabajar con eficacia. Vishnevskiy aseguró que el organismo apenas recibe la mitad de los fondos que le asigna la ley de presupuesto federal.

"No tenemos ni un rublo para pagar los servicios de comunicaciones o los viajes. Los fondos son apenas suficientes para pagar los salarios del comité de inspectores", sostuvo.

"La situación no es grave porque se instalaron inspecciones permanentes en todas las plantas nucleares y grandes industrias", recordó.

Pero, dijo, las oficinas de inspección podrían quedar sin servicio de teléfonos e incluso sin edificio por falta de pago de facturas y arrendamientos. (FIN/IPS/tra-en/ai/rj/lp-mj/en-lb/96

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