A un año de la creación del Tribunal Penal Internacional para Ruanda (ICTR), la mayoría de los ruandeses duda que esta corte ajusticie a los autores intelectuales del holocausto de 1994.
"Se trata de una mera farsa, que no puede producir lo que los ruandeses esperan", manifestó a IPS un sobreviviente del genocidio, en que murieron hasta un millón de tutsis y hutus moderados.
La fuente, que trabaja para el tribunal en Kigali, explicó que su desilusión se debe a la gran lentitud de la corte para rastrear a los sospechosos y someterlos a juicio.
El ICTR, con 11 jueces, fue establecido en Arusha, Tanzania, en noviembre del año pasado, como una corte ad hoc similar a la establecida en 1993 para juzgar crímenes de guerra cometidos en la ex Yugoslavia. Su principal fiscal es el abogado sudafricano Richard Goldstone.
La corte comenzó a sesionar en Arusha el 26 de septiembre, tras la conclusión del marco legal para su tarea. Sin embargo, las audiencias de los tres primeros presuntos genocidas llevados ante ella fueron postergadas, ya que ni la defensa ni la fiscalía estaban listas.
"Como todo ruandés, estoy preocupado por la demora", dijo a IPS el viceministro de Justicia, Gerard Gahima. "El tribunal no ha sido eficaz, y creo que esta opinión es compartida por sus propios miembros", agregó.
Privat Rutazibwa, director de la Agencia de Noticias de Ruanda, opinó que "la tarea de consolidación de la justicia depende de Ruanda".
"Las soluciones deben venir de adentro, y no de afuera. La contribución del Tribunal Internacional para impartir justicia entre los ruandeses ha sido muy escasa", señaló Rutazibwa.
Afirmó que "la lentitud y burocracia características del sistema de la ONU ha impedido el juzgamiento de los culpables", y agregó que "no existe mucho que este tribunal inválido pueda hacer".
Sin embargo, el jefe de la oficina del fiscal principal, Honore Rakotomanane, considera que las críticas son injustas.
"Cuando llegué a Kigali, en septiembre de 1995, no tenía secretaria ni un investigador", pero "un año después, hemos realizado 14 acusaciones y procesado a 21 personas", dijo Rakotomanane a IPS en entrevista telefónica.
Pero para los críticos del ICTR, aun el calibre de los criminales juzgados es insatisfactorio. Excepto por dos ministros, los procesados son criminales de bajo rango, como alcaldes que dirigieron matanzas en ciertas comunas.
La mayoría de los miembros del gobierno interino que coordinó la "limpieza étnica" de 1994 están aún a sus anchas.
"El tribunal no ha procesado a los líderes de los partidos políticos que organizaron las matanzas, como el Movimiento Revolucionario Nacional para el Desarrollo y la Coalición para la Defensa de la República. Ninguno de ellos fue aprehendido todavía", lamentó Gahima. (FIN/IPS/tra-en/jbk/kb/ml/hd/96